Es un secreto a voces que una de las zonas que mejor salud
disfrutan ahora mismo de todo Madrid es todo ese entorno cuyas raíces nacen en
la plaza de Lavapiés. Tendencias culturales, gastronomía, ocio. Son decenas las
propuestas que, semana tras semana, fluyen en lo que se ha convertido en un
hervidero de ideas y buen rollo.
Estigmatizado durante décadas, ahora Lavapiés fusiona esos
esquinazos del Madrid más castizo y tradicional con la vanguardia más
alternativa. Ejemplo de estas segundas oportunidades es por ejemplo La
Tabacalera (Calle Embajadores 53), antigua fábrica de tabacos en la que siglos
atrás las cigarreras emprendían largas jornadas de trabajo y cuyas enormes
estancias se han convertido hoy en sala de exposiciones. Otro centro cultural
que ha influido, y mucho, en la nueva vida de este entorno es la Casa Encendida
(Ronda de Valencia 2) cuyo activo programa está especializado en llamar la
atención de las mentes más inquietas de la capital. Otra cita interesante de
las artes escénicas de Madrid es el Teatro Pavón Kamikaze (Calle Embajadores 9)
cuya rompedora fachada es toda una declaración de intenciones. Esta infografía
realizada por los hoteles de la familia Ibis resume a la perfección lo que os
digo.
Paseando por las calles de Lavapiés uno se puede cruzar con
personas de hasta 88 nacionalidades diferentes mientras camina a los pies de
todo un Monumento Nacional y es que aquí se ubica la corrala más famosa y
fotografiada de toda la capital, ubicada en la Calle Tribulete 12. Sus colores
y sus infinitas barandillas nos recuerdan aquel éxodo rural que décadas atrás
acogió en este barrio a infinidad de familias de provincias que llevaban a
Madrid con la intención de labrarse un provenir. A escasos metros de esta
fabulosa corrala nos encontramos otro ejemplo de lo bien que ha sabido siempre
reciclarse el barrio. La biblioteca de la UNED, sin lugar a dudas la más
espectacular de toda la ciudad, se ubica en las ruinas de las desaparecidas
Escuelas Pías de San Fernando, testimonio silencioso de la Guerra Civil y entre
cuyo esqueleto de piedra hoy se dan cita decenas de estudiantes.
Además de lo evidente del barrio y de las bondades que
saltan a la vista, Lavapiés encierra varios secretos que hay que estar muy
atentos para no perdérselos. Por ejemplo, ¿Sabías que hasta el mismísimo Pablo
Picasso fue vecino del barrio? Así es, en la Calle de San Pedro Mártir nº 5,
muy cerquita de la Plaza de Tirso de Molina vivió el autor del Guernica. Fue
entre los años 1897 y 1898. En la fachada de la pared, varias pinturas y
murales de aire cubista nos lo recuerdan.
Y si después de perderse por las inclinadas y bonitas calles
del barrio te ha entrado hambre, has venido al lugar adecuado ya que aquí
encontrarás sabores y propuestas culinarias de cualquier rincón del mundo.
Calles como las de Argumosa o la de Santa Isabel aglutinan en sus aceras
terrazas y un ambiente fabuloso. Otra opción son los renovados mercados de San
Fernando y el de Antón Martín, en cuyos pasillos, puestos de toda la vida
conviven a la perfección con pequeños restaurantes, como por ejemplo el delicioso
Yoka Loka, toda una ikazaya (taberna) japonesa que vive entre pollerías y
puestos de fruta.
Lavapiés tiene muchísimos motivos para invitarte a quedarte
y para enamorar al visitante. Su ambiente de vanguardia, sus sabores y su
historia lo hacen, a día de hoy, el latido más cool de todo Madrid. En cuanto
pongas un pie en él te darás cuenta de ello.
F. secretos de Madrid
2 comentarios:
Que bonito es Lavapies, uno de esos barrios que disfrutas paseando por las calles viendo gente y esparates de tiendas con productos típicos de otras zonas del globo...
Me encanta pasear por Lavapies, ese barrio multicultural y bello en pleno centro de Madrid.
ALMA
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