martes, 31 de diciembre de 2019

jueves, 26 de diciembre de 2019

¿Cuál fue, en Madrid, el Café de la Pulmonía?


No es la primera vez que nos topamos con muestras del ingenio del pueblo de Madrid a la hora de rebautizar calles, espacios de la ciudad o locales, lo pudimos comprobar hace no tanto cuando supimos cuál fue el no muy recomendable Café de los Cagones (un sorbete de arroz era el culpable de este sobrenombre). Hoy nos quedamos muy cerquita de aquel lugar para descubrir cual, y sobre todo porqué, en Madrid estuvo el Café de la Pulmonía.
Si hoy nos damos un paseo por la Puerta del Sol, uno de los establecimientos más llamativos es la tienda de Apple, compuesta por varias enormes plantas. Por los mismos metros cuadrados que hoy deambulan cada día cientos de personas en busca de smartphones o tablets, muchas décadas atrás, transitaban los huéspedes del Hotel París, el que fuera durante mucho tiempo el espacio hotelero con más glamour de la capital.



Gran parte de su estatus y buena consideración era debido al café que se ubicaba en su planta baja, lugar de tertulias y de encuentro de personajes ilustres.  Éste se llamaba Café de la Montaña abrió sus puertas en el año 1864 y entre muchos de los capítulos que se vivieron en su interior cabe destaca la disputa que tuvo, en 1899 el escritor Ramón Valle Inclán y que desembocó en la amputación y pérdida de su brazo.


Y entonces ¿Cuál fue el Café de la Pulmonía? ¡Pues éste mismo Café de la Montaña es el que los madrileños empezaron a apodar de este modo. El motivo fue que el café ocupaba una gran parte de la planta a pie de calle del hotel, daba a tres calles distintas (Calle de Alcalá, Puerta del Sol y Carrera de San Jerónimo) y contaba con 16 puertas. Esto, unido al constante trasiego de gente, hacía que en su interior, por un lado o por otro, siempre hubiese fuertes corrientes, que tarde o temprano, terminaban por enfriar a sus clientes, por lo que estos decidieron bautizarlo como el Café de la Pulmonía.
Fuente: Secretos de Madrid 

sábado, 21 de diciembre de 2019

FELIZ NAVIDAD




A tod@s los que pasáis por el blog “El Burgalés” quiero agradeceros vuestra entrada en el blog y haceros llegar, mis mejores deseos de felicidad para esta Navidad y Año Nuevo. Que el 2020 sea un año lleno de paz y bien-estar para tod@s y poder seguir navegando juntos por este pequeño espacio virtual lleno de sorpresas.

sábado, 14 de diciembre de 2019

Es bueno comer carne roja



Un importante estudio dirigido por investigadores de las universidades McMaster y Dalhousie descubrió que la reducción del consumo de carne roja y procesada tiene poco impacto en la salud. Para llegar a esta conclusión, un panel de científicos internacionales revisó sistemáticamente la evidencia y ha recomendado que la mayoría de los adultos continúen comiendo sus niveles actuales de carne roja y procesada.

Los investigadores realizaron cuatro revisiones sistemáticas centradas en ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales que observaron el impacto de la carne roja y el consumo de carne procesada en los resultados cardiometabólicos y del cáncer. En una revisión de 12 ensayos realizadas con 54.000 personas, los investigadores no encontraron una asociación estadísticamente significativa o importante entre el consumo de carne y el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer.

En otras tres revisiones sistemáticas de estudios que siguieron a millones de personas, se observó una reducción muy pequeña en el riesgo entre aquellos que consumían tres porciones menos de carne roja o procesada a la semana, pero la asociación era incierta.

Gordon Guyatt, líder del estudio señaló que el grupo de investigación, un panel de 14 expertos de siete países, utilizó una metodología de revisión sistemática rigurosa, para pasar de la evidencia a las recomendaciones dietéticas.
“Existe un interés mundial en la nutrición y el tema de la carne roja en particular – señala Guyatt en un comunicado –. Las personas deben poder tomar decisiones sobre su propia dieta en función de la mejor información disponible”.
Por su parte, Bradley Johnston, coautor del estudio, afirma que su trabajo es contrario a muchas pautas nutricionales actuales.
“Este no es solo otro estudio sobre carne roja y procesada – concluye Johnston –, sino una serie de revisiones sistemáticas de alta calidad que resultan en recomendaciones que creemos que son mucho más transparentes, robustas y confiables. Nos centramos exclusivamente en los resultados de salud, y no consideramos el bienestar animal o las preocupaciones ambientales al hacer nuestras recomendaciones”.


viernes, 6 de diciembre de 2019

UN TATUAJE PARA CONTROLAR LA GLUCOSA EN SANGRE EN PERSONAS CON DIABETES




Un tatuaje para personas con diabetes que cambia de color con los niveles de glucosa en sangre está mucho más cerca de su comercialización.

La diabetes afecta casi a 500 millones de personas en el mundo, y se espera que en 2045 la cifra suba a 700 millones de diabéticos. Sufrir diabetes quiere decir que el organismo no es capaz de controlar la glucosa en sangre, bien porque hay un deterioro en el páncreas que le impide segregar insulina (diabetes tipo1) o porque se ha desarrollado a partir de la resistencia a la insulina, que provoca que esta hormona deje de hacer efecto (diabetes tipo 2). En ambos casos, los niveles de glucosa en sangre pueden descontrolarse y hay riesgo de hiperglucemia o cuando toman insulina, de lo contrario, hipoglucemia. Ambos extremos son muy peligrosos.

El problema es que para medir los niveles en sangre de cualquier sustancia, hay que tener acceso a la sangre. Las personas diabéticas deben controlar sus niveles de glucosa en sangre constantemente. Lo habitual es usar analizadores digitales portátiles, que requieren pincharse un dedo con una lanceta y depositar una gota de sangre en una tira reactiva. Son sencillos de usar, pero desagradabes y a veces imprecisos. Otra solución es implantarse un medidor de glucosa constante, con un parche que dispone de una sonda muy fina que se coloca bajo la piel. De nuevo, implantar estos parches es incómodo y hay que sustituirlos con frecuencia.

Hace dos años, científicos del MIT en Boston empezaron a estudiar la posibilidad de crear una tatuaje sensible a la glucosa y otros marcadores en sangre. En el proyecto DermalAbyss, en lugar de tinta de tatuaje tradicional, se pueden usar reactivos que cambian de color al reaccionar con ciertas moléculas.
Un equipo de científicos de la Universidad Técnica de Munich ha conseguido que el tatuaje funcione, con éxito, en piel de cerdo. El tatuaje es capaz de cambiar de color con los niveles de pH, glucosa y albúmina. Esto a su vez permite controlar la diabetes y el riesgo de fallo renal. La tinta de los tatuajes está justo por debajo de la epidermis, en el fluido intersticial, donde se pueden medir las variaciones de ciertos nutrientes sin necesidad de entrar en contacto con la sangre.
Fuente: Quo


jueves, 5 de diciembre de 2019

¿PODEMOS APRENDER A LEER LAS EXPRESIONES DE LOS GATOS? LA CIENCIA DICE QUE SÍ




Para la mayoría de nosotros, son un enigma. Sí, es fácil pensar que un gato que ronronea  está feliz y otro que bufa, no está contento. Pero más allá de lo que parece obvio, sus rostros no nos dicen mucho sobre cómo se sienten. O quizás es que somos nosotros los que no sabemos leer sus expresiones.
Esa es la conclusión de un reciente estudio que contó con más de 6.000 participantes en 85 países y que, a partir de videos de gatos, debían juzgar su estado de ánimo. El puntaje promedio fue un poco menos del 60 por ciento correcto, básicamente un aprobado raspando.

Sin embargo, hubo sorpresas: el 13% por ciento de los participantes obtuvo un 75% de aciertos. “Los gatos nos dicen cosas con su rostro  – explica la autora principal del estudio, Georgia Mason – y algunas personas son capaces de entender, lo que significa que hay algo allí, no son del todo inescrutables como creíamos”.
Dentro del grupo afortunado, las “personas que murmuran a los gatos”, por así decirlo, las mujeres obtuvieron mejores puntajes, las personas jóvenes lograron más puntos que las mayores y los mejores, por experiencia profesional lógicamente, fueron los y las veterinarias.

“Esto se debe – continúa Mason – a que en la profesión veterinaria tienen muchas oportunidades de aprender y motivación para hacerlo, ya que deben decidir constantemente si el gato está mejor, si hay que cambiar el tratamiento medicamento o si les saltará al cuello en cualquier momento.
Hasta ahora eran numerosos los estudios que se habían centrado en las expresiones de los perros y muy pocos en gatos, pese a su popularidad.

El equipo de Mason señala que los resultados son valiosos porque las personas tienden a estar menos unidas a los gatos que a los perros y los tratan de manera diferente. La evidencia de que los gatos tienen expresiones que algunas personas pueden detectar, podría conducir a crear herramientas o estrategias que ayuden a comprenderlos mejor.