Feliz año para todos!!!
martes, 31 de diciembre de 2013
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Los gatos se hicieron domésticos gracias a la agricultura hace 5.000 años
Hace casi 20.000 años el perro se convirtió en el mejor
amigo del hombre, sin embargo los gatos necesitaron más tiempo para entablar
una relación cercana al ser humano. Según la última investigación publicada en
la revista PNAS, habría sido hace uno 5.000 años cuando los felinos pasaron a
ser un animal doméstico en parte motivados por el nuevo modo de vida de los
humanos asentados cerca de zonas fijas de cultivos.
Para llegar a esta conclusión un equipo internacional de
científicos ha analizado los restos del yacimiento chino de Quanhucun. En él se
han hallado restos óseos de felinos y,
tras realizar pruebas de radiocarbono y analizar las huellas de carbono
y nitrógeno, han comprobado que los gatos se alimentaban de la cosecha de mijo
cultivada por los agricultores.
“A diferencia de los perros, que fueron domesticados
por cazadores recolectores, los gatos se
relacionaron con los seres humanos gracias a la agricultura porque había
roedores y otros alimentos disponibles para ellos hace más de 5.300 años”,
apunta a la agencia de noticias científicas SINC Fiona Marshall, investigadora
del departamento de antropología de la Universidad de Washington (EE UU) y una
de las autoras del estudio.
Además, el hallazgo de una antigua madriguera cerca de un
pozo de almacenamiento de alimentos indica que los pobladores tuvieron
problemas con los roedores. Así pues no es extraño pensar que los agricultores
se beneficiaban de la caza de roedores por parte de los felinos, lo que a la
larga mejoró la relación de los unos con los otros.
Los últimos estudios al respecto indican que los 600
millones de gatos domésticos que hay en el mundo actual descienden del gato
Felis silvestris líbica, una especie salvaje presente en Europa. A este
respecto Marshall explica que “si los felinos de Quanhucun fueran descendientes
de esta especie, indicaría que fueron domesticados en otro lugar y
posteriormente introducidos a la región”.
En cualquier caso todavía quedan muchas incógnitas en el
aire. Como recuerda la propia investigadora: "todavía no sabemos si estos
gatos llegaron a China desde Oriente, se cruzaron con otras especies de felinos
asiáticos, o si los gatos procedentes de China tuvieron algún un papel el
proceso de domesticación”.
Muy interesante.
viernes, 20 de diciembre de 2013
jueves, 12 de diciembre de 2013
Pineda de la Sierra (Burgos)
La revista “Storyteling”
que se edita en Tennessee en Estados Unidos colabora mi hija Beatriz y su
marido Enrique desde hace dos años escribiendo artículos relacionados con la literatura, animación a la lectura y
cuentacuentos.
En el último número de
esta revista escribió sobre Pineda de la Sierra (Burgos) sus recuerdos infantiles. El articulo se
titula “Return to Childhood Stories” (Regreso a mis cuentos de infancia) donde habla de lo mismo que en la primera pagina de
su libro “Los secretos del Cuentacuentos”
e incluye algo más, como que cuentos escuchaba en su infancia en el
pueblo de sus abuelos en Pineda. En el reportaje incluye dos fotos del pueblo que hizo en un viaje este verano, una con el
puente romano de fondo y las casas de piedra alrededor y en la otra la iglesia románica del siglo XII toda una maravilla.
Pues por todo esto,
Pineda de la Sierra ya es conocida en todo Estados Unidos. La revista se
distribuye por todo Estados Unidos a bibliotecas nacionales, centros escolares,
profesores, editoriales, fundaciones y otros.
Gracias Beatriz por
dar a conocer el pueblo.
domingo, 8 de diciembre de 2013
Los perros también mueven la cola cuando están tristes
Cuando un perro mueve la cola, solemos interpretarlo como un
signo de alegría y felicidad. Un grupo de científicos de la Universidad de
Trento (Italia) ha descubierto, sin embargo, que el balanceo de su apéndice
también es señal de tristeza y que la diferencia reside en el lado hacia el que
se incline el movimiento, siendo la derecha señal de emoción positiva y la
izquierda, de negativa.
Para obtener esta conclusión, los expertos estudiaron la
reacción de distintos perros ante la visualización de grabaciones de otros
perros moviendo la cola. Este sesgo en la oscilación del rabo es difícil de
apreciar para la vista humana, pero no para la canina, ya que ellos lo detectan
con facilidad. Los resultados revelaron que los perros sufrían un incremento de
su ritmo cardiaco y ansiedad al ver a otro perro con la cola ligeramente
inclinada hacia la izquierda, ya que lo atribuían a sensaciones negativas tales
como encontrarse ante un peligro o amenaza. En cambio, cuando el perro del
vídeo inclinaba su cola hacia la derecha, su homónimo permanecía totalmente
relajado.
Según el estudio, se trata de un tipo de comunicación no
intencionada, derivada del funcionamiento asimétrico del cerebro del can. Así,
la cola se inclinaría hacia el lado del hemisferio cerebral activo en ese
momento.
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