miércoles, 25 de noviembre de 2015

El Refugio de Altavista




En el Refugio de Altavista del Teide casi podrás tocar las estrellas bajo uno de los mejores cielos del mundo para su observación y recuperar fuerzas para la caminata que te llevará al Pico del Teide y contemplar uno de los amaneceres más espectaculares jamás vistos. Si se aloja en el Refugio y sube antes de las 9am no necesita permiso del Parque para acceder al Pico.

El Refugio de Altavista del Teide consta de dos edificaciones y está dotado de: enfermería, salón, comedor y cocina. Tiene tres dormitorios comunes con una capacidad total para 54 visitantes.  Las estancias disponen de calefacción y las camas están totalmente equipadas con sábanas y cálidos edredones -no es imprescindible llevar saco de dormir-. Dispone de aseos sin duchas.

El Refugio ofrece la venta de bebidas calientes, refrescos y agua, así como la posibilidad de calentar comida.
El refugio original se construyó en 1892  y el Cabildo Insular de Tenerife se hizo cargo del mismo en 1950. Ha sido reformado totalmente en 2007.
El tiempo máximo de estancia está limitado a UNA NOCHE; los usuarios reciben al llegar los enseres de cama y pueden calentar alimentos y líquidos en la cocina.
Está abierto todo el año, cerrando exclusivamente si las condiciones meteorológicas son muy adversas.


lunes, 23 de noviembre de 2015

El sentido del gusto está en el cerebro, no en la lengua




Puede activarse o apagarse mediante la manipulación de ciertas regiones del cerebro.


 A pesar de nuestras creencias, un equipo de científicos de bioquímica, biofísica molecular y neurociencia del Centro Médico de la Universidad de Columbia (EE.UU.) ha descubierto que a pesar de los receptores del gusto situados en la lengua, es nuestro cerebro el que realmente reconoce los sabores; esto es, el sentido del gusto se encuentra en el cerebro y no en la lengua.
 “El gusto, tal y como lo entendemos todos, está en última instancia en el cerebro. Los receptores del gusto de la lengua detectan lo dulce o lo amargo pero es el cerebro el que proporciona sentido a estos productos químicos”, explica Charles S. Zuker, líder del estudio.

Los investigadores demostraron esta hipótesis gracias a la manipulación de las células del cerebro en un grupo de ratones de laboratorio que les permitió cambiar la forma en la que los ratones saboreaban una determinada sustancia. Así, teniendo en cuenta que es un ú
Así, teniendo en cuenta que es un único conjunto de células en el cerebro las que son responsables de la detección de todos los gustos, los investigadores utilizaron la optogenética para activar o desactivar deliberadamente neuronas específicas con un láser.

 El resultado fue que al silenciar las neuronas asociadas al sabor dulce, los roedores eran incapaces de identificar el sabor dulce, pero aún detectaban el amargo. Realizando el experimento contrario, silenciando las neuronas para el sabor amargo, los ratones no pudieron reconocer este sabor pero sí el dulce. Además, esta hipótesis se confirmó también incluso administrándoles simplemente agua del grifo. Los roedores sentían náuseas o conductas asociadas al dulce (aumentando su ingesta) simplemente encendiendo o apagando las neuronas correspondientes a estos dos sabores principales.
 “Estos experimentos demuestran formalmente que el sentido del gusto está completamente cableado, independientemente del aprendizaje o de la experiencia”, concluye Zuker.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature.





domingo, 22 de noviembre de 2015

La muralla del Infierno



Apodados por los guanches con el nombre de la "muralla del infierno", los acantilados de Los Gigantes son uno de los parajes naturales más espectaculares de Tenerife: un farallón de roca volcánica de 600 metros de altura que cae en vertical adentrándose en el océano otros 30 metros bajo el agua.

Los Gigantes se extienden a lo largo de 15 Km de costa hasta Punta de Teno, en el extremo noroccidental de la isla.

Sin duda, la mejor manera de contemplarlos en toda su plenitud es desde el mar (por tierra son prácticamente infranqueables). Yo pude hacerlo al realizar una excursión para avistar ballenas Calderones que partía desde el puerto de Los Gigantes. Es un sitio ideal para practicar submarinismo y bañarse en pequeñas calas desiertas de aguas totalmente cristalinas.