El baile típico de Madrid, el chotis, no nació en esta
ciudad. La primera vez que se bailó en Madrid fue en 1850 en una fiesta en el
Palacio Real, pero enseguida se madrileñizó haciéndose su ritmo cada vez más
lento y adoptando la cadencia de las sílabas que remarcaban los castizos en
piezas teatrales como los sainetes.
El origen del chotis se sitúa en Bolonia (República Checa) y,
como la polca, la mazurca y la habanera llegó a Madrid a mediados del siglo XIX.
De todos, fue el chotis el que más se identificó con las tradiciones de Madrid
y su carácter callejero. Desde entonces
se baila en las verbenas populares durante las fiestas de Madrid, como las de
San Antonio de la Florida o las de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma, y son
sus mejores mentores los madrileños ataviados con el traje típico de chulapo y
chulapa.
En los días en que se bailó por primera vez en palacio, al
chotis se le llamaba ‘la polca alemana’, pero su nombre original era
schottisch, palabra alemana que significa ‘escocés’, y derivó en chotis.
Es un baile sencillo que se hace en pareja. El hombre con
una mano sujeta la mano de la mujer y lleva la otra mano metida en el bolsillo
del chaleco, o bien la apoya en la cintura de la mujer. Con los dos pies
juntos, el hombre va efectuando un giro en redondo apoyándose en las puntas de
los pies, mientras la mujer baila a su alrededor. En determinado momento, la
pareja da tres pasos hacías atrás y otros tres hacia adelante y luego vuelven a
efectuar los giros.
Al principio, el chotis era un baile refinado y ceremonioso
que se fue popularizando hasta convertirse en un baile popular. A partir de 1890
se empezó a bailar acompañado de la música de organillo,
instrumento de origen
italiano que llegó a España ese año de la mano de Luis Apruzzese, reparador de órganos
y pianos, que se estableció en Salamanca y luego en Madrid, donde se casó. Aquí
comenzó a fabricar organillos que pronto se extendieron por la Villa y Corte.
2 comentarios:
Este texto calcado tal cual ya se publicó en octubre de 2013 en el blog Cosas de los Madriles.
Este texto y las fotos se tomaron del blog Cosas de los Madriles, aunque no veo que se haga referencia a ello mediante enlace al mismo o indicación de la fuente.
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