Paradójica en sus manifestaciones y desconcertante en sus
signos, la Edad Media propone a la sagacidad de sus admiradores la resolución
de un singular contrasentido. ¿Cómo conciliar lo inconciliable?. ¿Cómo
armonizar el testimonio de los hechos históricos con el de las obras
medievales?.
Los cronistas nos pintan esta desdichada época con los
colores más sombríos. Por espacio de muchos siglos, no hay más que invasiones,
guerras, hambres y epidemias. Y, sin embargo, los monumentos -fieles y sinceros
testimonios de aquellos tiempos nebulosos- no evidencian la menor huella de
semejantes azotes. Muy al contrario, parecen haber sido construídos entre el
entusiasmo de una poderosa inspiración de ideal y de fe por un pueblo dichoso
de vivir, en el seno de una sociedad floreciente y fuertemente organizada.
En esta iglesia de San Esteban Protomártir, situada en el pintoresco
pueblo de Pineda de la Sierra (en la
Sierra de la Demanda).
Tampoco resulta extraño encontrarse con figuras de
apostólica relevancia entre este bestiario sobrenatural, representativo de
vicios y pecados -entre los que destaca la sirena, cuyo cuerpo parece formar un
arco tensado, con sus dos colas rozando los cabellos- que generan
-metafóricamente hablando- singulares islas de virtud y observancia,
triunfantes sobre el paganismo; como esa figura que, a juzgar por la llave que
porta en su mano, podría identificarse con San Pedro, dando un arcano sentido,
quizás, a la romería que todos los años se celebra en su honor, en la que el Ayuntamiento
de Pineda, de manera tradicional, reparte bocadillos y vino entre los vecinos.
O esa presumible Adoración, donde Madre e Hijo denotan una realeza espiritual,
divina, a juzgar por sus coronas. E incluso el centauro-sagitario, en plena
cabalgada, cuyo arco tensado parece apuntar hacia la impasible ambigüedad de
unos grifos cuyo sentido no alcanza a desnivelar los contrapesos simbólicos de
una balanza imaginaria, y que en este caso, probablemente cumplan con la
función de circunstanciales asmodeos custodios del templo.
1 comentario:
Preciosa la iglesia,y preciosa la historia que por cierto no conocía ...gracias papi por informarnos...
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