jueves, 25 de septiembre de 2014

Románico: iglesia de San Esteban Protomártir


Paradójica en sus manifestaciones y desconcertante en sus signos, la Edad Media propone a la sagacidad de sus admiradores la resolución de un singular contrasentido. ¿Cómo conciliar lo inconciliable?. ¿Cómo armonizar el testimonio de los hechos históricos con el de las obras medievales?.

Los cronistas nos pintan esta desdichada época con los colores más sombríos. Por espacio de muchos siglos, no hay más que invasiones, guerras, hambres y epidemias. Y, sin embargo, los monumentos -fieles y sinceros testimonios de aquellos tiempos nebulosos- no evidencian la menor huella de semejantes azotes. Muy al contrario, parecen haber sido construídos entre el entusiasmo de una poderosa inspiración de ideal y de fe por un pueblo dichoso de vivir, en el seno de una sociedad floreciente y fuertemente organizada.

En esta iglesia de San Esteban Protomártir, situada en el pintoresco pueblo de Pineda de la Sierra  (en la Sierra de la Demanda).
Tampoco resulta extraño encontrarse con figuras de apostólica relevancia entre este bestiario sobrenatural, representativo de vicios y pecados -entre los que destaca la sirena, cuyo cuerpo parece formar un arco tensado, con sus dos colas rozando los cabellos- que generan -metafóricamente hablando- singulares islas de virtud y observancia, triunfantes sobre el paganismo; como esa figura que, a juzgar por la llave que porta en su mano, podría identificarse con San Pedro, dando un arcano sentido, quizás, a la romería que todos los años se celebra en su honor, en la que el Ayuntamiento de Pineda, de manera tradicional, reparte bocadillos y vino entre los vecinos. O esa presumible Adoración, donde Madre e Hijo denotan una realeza espiritual, divina, a juzgar por sus coronas. E incluso el centauro-sagitario, en plena cabalgada, cuyo arco tensado parece apuntar hacia la impasible ambigüedad de unos grifos cuyo sentido no alcanza a desnivelar los contrapesos simbólicos de una balanza imaginaria, y que en este caso, probablemente cumplan con la función de circunstanciales asmodeos custodios del templo.



1 comentario:

a dijo...

Preciosa la iglesia,y preciosa la historia que por cierto no conocía ...gracias papi por informarnos...