Nada que ver con ese
animal casi familiar cuidado con mimo en el pueblo, gigantesco y atemorizador
desde una mirada infantil, pero siempre inmejorablemente alimentado. Cuando le
llegaba su San Martín, la matanza, aunque salvaje a los ojos, era toda una
fiesta popular. Comida abundante, canciones, mil anécdotas, enseñanzas y
trabajo para todos; pura universidad de la supervivencia.
Por suerte, desde enero pasado esa tortura injustificada de
cerdos, al igual que se ha hecho con el resto de los animales de granja, se ha
terminado gracias a la aplicación de las nuevas exigencias europeas sobre
bienestar animal. Obligación, por ejemplo, a que los suelos no sean
resbaladizos, a disponer de al menos 8 horas diarias de luz, poder salir al
aire libre en espacios con cobertizos protectores de las inclemencias del
tiempo y, lo más importante, tener espacio suficiente para moverse y tumbarse
sin agobios, algo hasta ahora imposible.
1 comentario:
Me parece necesario y justo un buen trato para todos lo animales, que estén limpios, las suelos no resbaladizos y sobre todo que son seres vivos los cuales también sufren y padecen dolor...rotundamente NOOOO al maltrato animal..
besos
ALMA
PD DESDE AQUÍ PIDO QUE SE HAGA UN FIEL SEGUIMIENTO A LA LEY EUROPEA...
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