Comer pistachos puede ayudar a alterar los niveles de unas
bacterias potencialmente beneficiosas del intestino.
La microbiota o flora
intestinal, es el conjunto de bacterias que viven en el intestino y
proporcionan funciones importantes para el huésped humano. Los alimentos con
propiedades prebióticas, es decir que contienen componentes no digeribles, como
la fibra, permanecen en el intestino mejorando el crecimiento y la actividad de
bacterias beneficiosas en el tracto digestivo.
Se ha relacionado la disminución en la diversidad de la
microbiota intestinal, en adultos de mediana edad, con una función inmune
reducida.
Beneficios de los pistachos para la flora intestinal
Una investigación, presentada en la conferencia de Biología
Experimental, y publicada en la revista FASEB Journal, muestra los resultados
de un estudio que analiza el papel de los frutos secos, como los pistachos y
las almendras, como moduladores de la composición de la microbiota intestinal.
La fibra y los alimentos no digeridos, como los frutos
secos, que llegan al colon proximal, proporcionan compuestos necesarios para
mantener una microbiota diversa. En este sentido, los pistachos parecen tener
características prebióticas, además de contener sustancias fitoquímicas que
tienen el potencial de modificar la composición de la microbiota.
Para examinar la acción de los prebióticos presentes en los
pistachos en el intestino, los investigadores realizaron un estudio en el que
80 individuos sanos, de más de 60 años de edad, fueron asignados al azar a
recibir 0, 43 o 85 gramos de pistachos o almendras al día.
Se recogieron muestras de heces para analizar la composición
bacteriana, concretamente se cuantificaron las bacterias lácticas y
bífidobacterias, que residen en el tracto digestivo, y ayudan a descomponer las
sustancias alimenticias.
Después del día 19, y teniendo en cuenta factores como la
edad y la dieta, las personas que consumían 85 gramos de pistachos al día
mostraban un incremento de los niveles de bacterias productoras de butirato. El
butirato es una fuente de energía de las células epiteliales del colón, que
regula múltiples procesos celulares, y que se ha descrito como un posible
agente terapéutico frente al cáncer colorrectal.
Las diferencias en la cantidad de microorganismos
intestinales fue mayor en las personas que comían pistachos que en las que
comían almendras.
1 comentario:
Muy interesante, además con lo que me
gustan los pistachos, mooooola, lo
malo que engordan muuucho
besos
ALMA
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