Pues si, aunque parezca extraño... ese día jamás existió. Y para explicarlo tenemos que remontarnos al año 46 a. de C. En esa fecha, Julio César terminó con el calendario lunar e instituyó el uso del calendario juliano, un calendario solar que establecía la duración del año en 365,25 días, y contenía meses de 30 y 31 días, excepto febrero que tenía 28 días y 29 en los años bisiestos.
Pero el astrónomo encargado de calcular la duración del año se pasó 11 minutos y 14 segundos. En aquel momento, el error no tuvo ninguna importancia, pero a mediados del siglo XVI el calendario llevaba 10 días de adelanto a las estaciones.
En 1582 el papa Gregorio XIII (1502-1585) ordenó revisar el calendario, que pasó a ser conocido como gregoriano, y ese año se suprimieron los días comprendidos entre el 5 y el 15 de octubre.
Un ejemplo de este ’salto’ al futuro fue Teresa de Jesús, que murió el 4 de Octubre de 1582 y fue enterrada el día 15 del mismo mes, aunque en realidad era el día siguiente.
También tenemos el ejemplo de Cervantes y Shakespeare. Cervantes murió, oficialmente, el 23 de Abril de 1616… del calendario gregoriano, que ya regía en España. Shakespeare también lo hizo, en efecto, el 23 de Abril… del calendario juliano (3 de mayo en el gregoriano), vigente todavía en Inglaterra. Es decir, diez días más tarde, que como coincidencia no deja de ser notable.
Se cuenta que la gente salió a las calles indignada formando lo que hoy día llamaríamos masivas manifestaciones: porque les habían quitado diez días de vida.
¿Curioso, verdad? Espero que te haya gustado.
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1 comentario:
Ya me conocía la historia, pero no que a Santa Teresa le hiciesen tantas perrerías, la madre que los pario.
cada día que pasa mas lo pienso que no es bueno ser SANTO que después de descuartizan y encima te entierran lo que queda de ti diez días después, jejejjjje.
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