Las 'Peñas Sagradas', iconos del misterio en Burgos
Una investigación de Martín Almagro, Ignacio Ruiz Vélez y Victoria Palacios descubría hace unos años diversos lugares, piedras sagradas prerromanas a las que se unen leyendas y tradiciones populares relacionados con ritos ancestrales vinculados a árboles, cuevas, romerías y poemas épicos de la literatura castellana. Son las Peñas Sagradas
Miles de años de tradiciones; leyendas asociadas a los
montes y a los lugares sagrados nos acercan una realidad que se vive de manera
muy profunda en el medio rural. Unas vivencias asociadas a lo sobrenatural, al
culto a dioses paganos referenciados en peñas que representan para el pueblo
mucho más de lo que realmente expresan.
Los estudios sitúan estas peñas sacras entre la Cordillera
Cantábrica y el este de la provincia, la alta Sierra de la Demanda y los
Obarenes. Estas peñas sacras «han llamado la atención del hombre, que las ha
convertido en objeto de culto». El estudio de los tres profesores está
publicado en el Boletín de la Institución Fernán González [Año 99, n. 260
(2020/1)].
Todas ellas se asocian a una visión animista y sobrenatural
de la naturaleza. Se mezclan con elementos míticos del paisaje y del paisanaje,
de la gente: manantiales, lagunas, árboles, piedras, cuevas. En la provincia
existen todas estas representaciones. Encarnan el más puro misterio y secreto
arrancado del interior de la tierra.
La Dama Negra
Llaman la atención aquellos lugares con enterramientos. Y
quizá, la primera peña sagrada de Burgos está en Atapuerca. Los rituales
religiosos, la trascendencia y el sentido de la vida y de la muerte ya estaba
presente entonces.
Uno de los lugares en los que se encierra más misterio en la
provincia es Cuyacabras, en la Sierra, en Quintanar. Su necrópolis alto
medieval contempla dos masas rocosas contiguas, una se denomina 'La Dama Negra'
por tener forma de «matrona o diosa madre protectora», que ya Manuel Riu, al
estudiar la necrópolis de Cuyacabras, consideró un posible recinto ceremonial
pagano anterior a la ocupación medieval, afirman los autores del estudio.
El estudio contempla decenas de lugares más como la Peña del
Elefante, de Oña, el Pozo del Hoyo, en Herbosa, la Peña Castejón de
Hacinas...el Cerro Milagro, de Poza de la Sal y otros.
Tronos
Es evidente que las culturas que nos han precedido han
estado mucho más unidas a los elementos naturales que la actual. Por eso
aprovechaban lo que el medio les ofrecía para sus actividades cotidianas y las
que no lo eran tanto.
En Gete, cerca de Pinilla de los Barruecos, hay unas
formaciones rocosas que son verdaderos tronos de coronación. El Altar de los
'Tres Tronos' y de los Cuatro Tronos están apenas a unos metros de distancia.
Es una peña de seis metros de ancho cuya pared sur, casi vertical y de tres
metros de alto, forma el respaldo de tres tronos u hornacinas curvadas
orientados ala puesta del sol en los equinoccios.
Son lugares de culto, de misterio, espacios de poder. No es
baladí que estén aquí y que lo dedicaran a entronizar a líderes celtas y que
esta zona de la Sierra encierre tantos misterios y secretos tan difíciles de
comprender con nuestra mente, pero tan sencillos para nuestros antepasados.
Lo cierro es que los tronos rupestres se extienden por toda
la Península Ibérica, El de la Peña de Gete, se asocia a un magnífico altar
rupestre; otros son llamados 'peñas de matrimonio' y 'peñas deslizaderas' .
Todas estas peñas sagradas se asocian a mitos, ritos, leyendas y tradiciones
populares insustituibles para conocer el imaginario de cada comarca.
Agua
Especial connotación tienen las Lagunas de Antuzanos,en Gayangos. Son cinco pequeñas lagunas ubicadas entre Gayangos y Bárcena de Pienza «cuyo origen tectónico explica su profundidad, por lo que siempre están llenas y con gran riqueza vegetal y animal en sus alrededores» y cuya leyenda abordaremos más adelante.
El Pozo del Infierno de Quintanilla Valdebodres, en la
Merindad de Sotoscueva, un paso de este al otro mundo que ya abordamos en su
día; las Calderas de Palacios de la Sierra; la impresionante Cueva del Agua de
Orbaneja del Castillo y el Pozo Azul, asociado a la leyenda del 'Gaiterillo de
Cobanera' que ya fue objeto de estudio en Burgos Misteriosa.
Los árboles también han sido, y siguen siendo, objeto de
veneración mistérica. El poder y la energía que transmiten son hechos
contrastados, tanto que muchas comunidades de diferente tipo han encontrado en
su cobijo, lugar de reunión. Algunos bosques se han convertido en lugares
sagrados, como el Roble Gordo de Arlanzón y las Tres Encinas de Villoviado.
Los autores del estudio establecen que, lo mismo que en la
tradición vasca, en Burgos existen 'árboles junteros',que eran lugar de reunión
de los concejos en la Edad Media hasta tiempos posteriores. «Su número, aunque
no muy elevado, es significativo, si bien no siempre se ha conservado su
carácter 'juntero»' que denota su función política. Quizás el mejor ejemplo sea
laEncina de la Dehesa de Quecedo, en la Merindad de Valdivieso.
Y existen más, como el ya citado Roble Gordo de Arlanzón,
ubicado en el pago El Hoyo, entre Arlanzón, Zalduendo y Mozoncillo de Juarros. O
el Moral de Miñón, junto a la iglesia, al norte de Medina de Pomar.
Otro caso es el Moral de Abajas de gran antigüedad y con un
diámetro de 5, 3 metros, la gran Olma de Vizcaínos de la Sierra, que cuatro
personas con los brazos extendidos no podían abarcar, hasta que sufrió en la
década de 1980 la terrible grafiosis que acabó con su larga historia. El Nogal
de Villargura, en Arlanzón, de más de 5 metros de perímetro o el Espino de
Cernégula.