Se ha hecho viral la participación de Chomin, cura y natural de Salas de los Infantes, que hace de chico de la armónica en la película 'El Bueno, el feo y el malo', tras el reportaje de Calleja por la Demanda
Domingo Contreras, Chomin, como le conocen sus amigos y sus
feligreses, es cura jubilado. Va a cumplir 80 años. Desde hace unos años
celebra misa en su pueblo, en Salas de los Infantes, en la provincia de Burgos,
y aún coge la armónica para rememorar aquel año en que fue, por unos segundos,
fue una estrella del celuloide.
Pero más allá de esa vocación y su servicio como sacerdote,
Chomin subió al helicóptero de Calleja para recorrer y charlar con el
comunicador sobre su experiencia en el rodaje de la escena
del célebre western 'El bueno, el feo y el malo'. Allí tocó su armónica en
el camposanto de la película. La charla sobre esa escena con Calleja se ha
viralizado.
La sonrisa de Chomin
Chomin lleva una sonrisa que no envejece, al contrario, es
perenne, anima y alienta a trabajar por los demás, por «hacer reino» y realidad
aquello de que «los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y
los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados», del
evangelio. El pasado día 4 de julio cumplía 55 años de sacerdote.
Ha pasado parte de su vida de misionero en mitad de la Selva
del Amazonas y en aldeas de Perú. La vida le ha bregado en su misión y en el
servicio a los que más necesitan la presencia cercana de alguien que anime y
apoye. Aun en su jubilación, es uno de los voluntarios que coopera con el
trabajo mancomunado de los voluntarios de la pastoral con presos. A pleno
rendimiento.
A Chomin se le enciende la sonrisa cuando alguien le
pregunta por la película. Y se deshace en miles de anécdotas. Necesitaríamos
centenares de páginas para escribir los sucedidos de aquella época. Tienen su
importancia, porque son la vivencia de un tiempo que, por suerte o por
desgracia, no van a volver.
La vena artística y musical
Chomin nació en Salas de los Infantes en plena depresión
española tras la Guerra Civil. Y más en un pueblo. Fue el pequeño de cinco
hijos, todos varones. La vena artística y musical le llega de su padre que más
allá de su trabajo ordinario, tocaba el órgano en las celebraciones religiosas
y era el director de la famosa Banda de Música de Salas.
Quiso tocar el piano, pero se conformó con la armónica. Y
eso le llevó a ser uno de los protagonistas de una pequeña escena de 'El Bueno,
el Feo y el Malo'. La película había estado denostada por una mal entendida
concepción del 'Espagueti Western' hispano. Cuando un grupo de locos se lanzó a
desenterrar el cementerio en el que Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef
protagonizaron un duelo a muerte, aquello resucitó.
Anécdotas
Recuerdo a Chomin contando sus anécdotas en una terraza con
una cerveza en Burgos. Recordaba que tenía 19 años cuando llegaron «los del
cine» a Salas y a toda la comarca. Los pequeños pueblos, que sucumbían en
calles embarradas al calor de la vieja escuela, la iglesia y el cuartel de
Guardia Civil, «revivieron, nos cambió la vida».
Uno de sus hermanos el comentó que «los del cine andaban
buscando gente que tocara un instrumento». Ese verano, Chomin, de vacaciones en
su barrio de San Andrés de Salas, vio el reclamo; y le cogieron. Desecharon a
uno que «tocaba el tambor» y el elegido fue Chomin.
Cuando Chomin Contreras se pone a contar cosas de aquel
momento, una cerveza se queda corta en aquella terraza del Espolón. La memoria
se hace presente. Chomin cuenta que había «muchos extras»; y cobraban «como los
profesionales». La productora había fijado 300 pesetas. «Hoy no nos hacemos
idea, pero 300 pelas eran muchas», confiesa.
En el pueblo sabían que la película era una superproducción
y le echaron valor para intentar «cobrar más» porque «si tocábamos en una sala
de fiestas íbamos a ganar 2.000 pesetas». Les sacaron el doble de lo que les
iban a dar.
En helicóptero
El ya famoso helicóptero de Calleja aguardaba un sitio para
Chomin que desgranó con el conductor del programa anécdotas y chismes de la
película. Todo viendo los entornos privilegiados como el Parques Natural de las
Lagunas Glaciares de Neila o el de Sabinares del Arlanza-La Yecla. La grabación
se realizó en mayo e implicó el trabajo de un equipo de más de 20 personas,
cuatro cámaras, drones y dos helicópteros. La Diputación de Burgos, a través de
la Sociedad para el Desarrollo de Burgos (Sodebur) posibilitó hacer realidad el
reportaje,
Fuente: burgos conecta
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