Descubre el origen y significado de ‘no mezclar churras con
merinas’, un refrán español sobre la importancia de valorar las diferencias
Como bien sabéis, las churras y las merinas son dos tipos de Ovis orientalis aries, o para que todos nos entendamos: ovejas. Para comprender este dicho popular debemos remitirnos a la vida rural, que tan lejos queda para algunos, y a la ganadería ovina.
La expresión «no mezclar churras con merinas» es un refrán
popular en España que se utiliza para advertir sobre la importancia de no
confundir o mezclar cosas que, aunque puedan parecer similares, son en realidad
bastante distintas. Su origen se encuentra en la ganadería y hace referencia a
dos razas de ovejas: las churras y las merinas.
Por su parte, las merinas son las ‘niñas mimadas’ de la
granja y la raza ovina más extendida por el mundo. Tienen una lana de gran
calidad: larga, densa, rizada y blanquecina -sin manchas-. En la actualidad la
mayoría se distribuyen por EEUU, Sudáfrica, Argentina, Nueva Zelanda y, sobre
todo, Australia, donde superan a la raza humana a razón de casi cien ovejas
merinas australianas por un habitante.
Individualmente no resulta complicado distinguir a los dos
tipos de ovejas, pero si las mezclamos todas en un rebaño, el estrés del pastor
será comparable al de un padre en un cumpleaños infantil sin saber qué niño es
el celíaco, ya que ahora separarlas no será tan fácil. Si no se identifican
correctamente y se separan a tiempo, esto podría ocasionar que las dos razas se
mezclarán entre sí y obtuviéramos como resultado peor lana, peor leche y peor
carne, de ahí la expresión popular de ‘no mezclar churras con merinas».
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