El Ebro a su paso por las tierras de las Merindades, en el
norte de Burgos, deja a sus orillas la bella ciudad de Frías, la más pequeña de
España. Su sorprendente silueta sobre un peñasco, se encuentra enmarcada por el
imponente pico Humión, el más alto del Parque Natural Montes Obarenes.
El Castillo de los Velasco y la Iglesia de San Vicente
Mártir, presiden este Conjunto Histórico Artístico. En torno a estas edificaciones
se apiñan las casas colgadas que cuelgan de la roca desafiando las leyes de la
gravedad.
En 1202, Alfonso VIII otorga fueros a Frías y favorece su
desarrollo económico. Frías que anteriormente dependía de navarra, regresa a
Castilla. Ya en 1435, Juan II le otorga el título de Ciudad. Éste se la cambia
a Pedro Fernández de Velasco por Peñafiel. Quién quiso someter a la cuidad,
quitándole los fueros y privilegios, consiguiendo que pueblo se sublevase
contra él, naciendo así la Fiesta del Capitán, celebrada, el fin de semana siguiente
al 24 de Junio.
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