Según la tradición, en la zona de la calle del Ave María, en
Lavapiés, hubo a comienzos del siglo
XVII una mancebía en la que eran frecuentes las riñas y los escándalos. El
beato Simón de Rojas, que ejercía su labor benéfica en esta barriada, intentó
convencer a las prostitutas para que abandonasen este lugar. Como no lo
consiguió, hizo llegar al rey su petición, y este mandó demoler el siniestro
lupanar. Cuál no sería la sorpresa de los obreros que derribaron aquellos muros
al encontrar allí enterrados y emparedados varios cadáveres. Al ver los
esqueletos, el padre Rojas exclamó: ¡Ave María!, y esta exclamación dio nombre
a la calle.
Según otra versión, en esta calle residía un grupo de
moriscos que tuvieron que abandonar España tras la expulsión decretada por
Felipe III. Para cristianar una zona que había estado ocupada por supuestos
enemigos de la fe, se designó a esta calle con el nombre de Ave María, del
mismo modo que a una calle cercana se le puso el nombre de calle de la Fe.
1 comentario:
Esa calle la paseado mucho jiij, y no sabía la historia, la cual me ha parecido muy interesante ...jiji papi si es que cada día se aprende algo nuevo visitando tu blog ...
ALMA
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