Los pingüinos Adelia de la Antártica
Los pingüinos forman parte de la dieta de varias especies de
tiburones, algunas aves, como los petreles gigantes antárticos, y bastantes
mamíferos, terrestres y marinos, caso de las orcas, las focas leopardo y los
otarios o focas caminantes, como los leones marinos. En general, los
depredadores confían en su mayor fortaleza física o astucia para atraparlos. De
hecho, las focas leopardo suelen ocultarse bajo los témpanos, desde donde
acechan a estas aves no voladoras. Está claro que los pingüinos llevan las de
perder.
No obstante, algunos expertos sostienen que han podido
desarrollar distintas adaptaciones y estrategias defensivas. Así, si se
observan desde arriba cuando se encuentran sumergidos, el plumaje oscuro que
cubre su espalda parece confundirse con el fondo oceánico. Por el contrario, el
blanco que lucen en el pecho, el vientre y bajo las alas hace que su silueta se
difumine entre el hielo y la superficie marina. De este modo, pueden pasar más
fácilmente desapercibidos para los carnívoros que nadan por debajo de ellos.
Además, algunas especies de pingüino son capaces de desplazarse a gran
velocidad. La más rápida, Pygoscelis papua, característica de las islas
Malvinas, las Georgias del Sur y la península antártica, alcanza los 36 km/h.
Por otra parte, estas aves son sumamente ágiles en el agua, una facultad que
aprovechan para intentar eludir, por ejemplo, a las orcas, más veloces, pero
con menos capacidad de maniobra.
1 comentario:
Joooo si son muy monos los pingüinos
bueno lo hacen genial, pasar desapercibidos es lo meeejor jijj...
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