miércoles, 4 de enero de 2012

Curiosidades de la Navidad

¿Qué tenían de especial el incienso y la mirra?
Cuando los Reyes Magos se personaron –qué verbo tan benemérito– ante el niño Jesús, le entregaron sus presentes: Gaspar oro, y Melchor y Baltasar incienso y mirra. Estas son dos resinas obtenidas de un árbol propio de la Península Arábiga y de otro africano, respectivamente. Y no es que Melchor y Baltasar fuesen más agarrados que su compañero, sino que, por aquel entonces –y durante mucho tiempo después–, estos productos eran considerados tesoros tan valiosos como el oro, debido a sus propiedades curativas: permitían tratar muchas dolencias.
Circunstancia de la que sacaron provecho, entre otros, egipcios, sumerios, griegos, romanos y hasta los boticarios británicos del siglo XVII. Muchos siglos después, la moderna investigación química en el campo de los productos naturales con aplicación farmacológica ha aislado, a partir de ambas sustancias, compuestos con propiedades antisépticas, antifúngicas y antiinflamatorias.

Además, se piensa que la mirra puede presentar propiedades anestésicas similares a las de la morfina, lo que explicaría por qué a Jesucristo le ofrecieron vino con mirra antes de ser crucificado.
 F. Quo

2 comentarios:

ALMA dijo...

Jiji toma ya ni idea de los poderes curativos de la mirra, es la caña lo que nos enseñas en cada entrada...

BESOS

ALMA

Emilio Montero dijo...

muy interesante no tenia ni idea de que fuese resinas, muy curioso...