
La obra escultórica, que se puede situar en una fecha próxima a 1549, año que aparece en la cartela de la portada, podía superar el metro de altura y alcanzar un peso de unos 100 kilos. Su colocación sobre el hueco era simple, sin ningún tipo de argamasa ni forja que la uniera a la base de la hornacina. Dadas las características de la escultura, y la altura a la que estaba instalada, el robo tuvo que ser realizado por más de dos personas, que, según las huellas que se apreciaban en una zona verde del atrio, utilizaron una carretilla para trasladar la pieza.
1 comentario:
Vamos no me digas, y nadie se dio cuanta que varias personas estaban quitando la estatua para meterla en una furgoneta?
mira que hay gente cutre.
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