Recuerdo que de niño, mi abuelo me contaba historias de cosas que le habían pasado, como la de cuando iban de trashumancia con las ovejas. En verano, las tenían pastando en la Sierra de la Demanda (Huerta de Arriba), y en invierno trashumaban a Extremadura (Plasencia). Cuando estuvo en las dehesas de Plasencia fue en la época de la posguerra. Una noche empezaron los perros a ladrar . "¿Qué pasara?", se preguntaron. Al salir se encontraron que les estaban robando unos corderos, llegaron a ver como los cogian y escapaban. A partir de esa noche siempre tenían visita. Decían que eran maquis y se dejaban ver. Se acercaban a los pastores asegurándoles que nos les iban a hacer nada a ellos, solo querían saber cuales eran los corderos del dueño para llevarse esos y no otros. Se llevaban uno o dos y así varias veces.
Hasta que un día el dueño díjo que eso lo iba a arreglar él. Se disfrazó como un pastor más y se presentó con una escopeta. La sorpresa fue que nada más entrar en la cabaña de los pastores, uno de los maquis se dirigió a él: "¿pero hombre Juan qué haces tú aquí?, qué sorpresa.". Le quitaron la escopeta y le dijeron que no volviese más por allí. "Si te volvemos a encontrar otra vez, no va a ser lo mismo". Conocían bien al dueño.
Cada vez que mi abuelo terminaba de contarme historias como ésta miraba al reloj para ver qué hora era. Yo observaba que del ojal del chaleco tiraba de un cordón que tenía atado al reloj para sacarlo del bolsillo. El reloj era muy bonito. Un día pregunté al abuelo que porqué se le ocurría poner un cordón al reloj de bolsillo que tenía tan bonito. "Mira chiquillo", me dijo, "te voy a contar la historia":
Cuando estuve en Extremadura, ya te he contado que venían los maquis y nos robaban los mejores corderos, pues llegaron un día y vieron que del ojal del chaleco que tenía puesto sobresalía una cadena que brillaba mucho y me dijeron: "hombre, qué es esto". Al tiempo que tiraban de ella sacaron del bolso un reloj que era de oro, y se lo llevaron. Era un reloj al que tenía mucho cariño. Como podrás comprobar, me dije que jamás me volvería a poner una cadena de oro en el reloj. Y éste es el motivo de que lleve el cordón. Posiblemente si hubiese llevado el cordón atado en lugar de la cadena de oro, no me lo hubiesen robado.
Él siempre lo recordaba con mucha pena.
3 comentarios:
Ay, qué bonita es esta historia. No tenía ni idea de que el bisabuelo hubiera conocido maquis y mucho menos que llevara un reloj de oro atado a un cordón.
Papa estas seguro de que el abuelo no fuese un maqui? mira que le veo yo...
No sabia que el bisabuelo estuviera en Extremadura... lo que uno se esta enterando despues de llerte, tiene leches!!! jejejejjje
Me gusta mucho estas historias que luego se pierden si no nos las cuentas...
Tu hijo...
Emilio
ANDA COMO MOOOOLA LA IDEA Y SI M DISFRAZO D DEPENDIENTA DE ZARA Y CORTE INGLES M LLEVO ROPAS....?JIJIJ DADME PISTAS EEEH?
ANDA Q ESTAR EN EXTREMADURA Y YO CON ESTOS PELOS Y COMO IBAN HASTA ALLI?
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