No hay un ‘mejor colchón’: esta elección depende de factores como el peso, la altura, o la posición al dormir. Te damos algunos consejos para acertar.
Ha llegado el momento de cambiar de colchón: ¡horror! En el
mercado hay colchones de todos los materiales, formas y medidas que uno pudiera
imaginar. Es muy fácil saturarse y perderse con tantísima información, así que
vamos a darte algunas pautas que te ayudarán a elegir.
No basta con sentarse en el colchón
Hay que tumbarse y probar distintas posturas. Además, debes
ponerte de espaldas y pasar una mano entre la zona lumbar y el colchón: si hay
demasiada holgura el colchón puede ser demasiado rígido para tus
características.
¿Duermes en pareja? Si tenéis peso o altura muy diferentes,
o distintas exigencias a la hora de dormir, podéis optar por dos colchones
unidos. Otra opción es un colchón de viscoelástica, ya que absorbe los
movimientos corporales, por lo que resulta ideal si tu pareja suele dar vueltas
por la noche. Se acaba de lanzar el modelo MJÖNDALEN, un colchón de espuma
viscoelástica de 32 centímetros de grosor y con un tejido elástico en la parte
superior del colchoncillo que se amolda a los movimientos.
La firmeza del colchón
Cuando hablamos de firmeza nos referimos a la estabilidad
que te da el colchón cuando estamos tumbados, no quiere decir blando o duro.
Nuevamente, el mejor colchón depende de la configuración de tu propio cuerpo.
Este debe respetar la curvatura natural de la columna vertebral, boca arriba y
alineada mientras duermas de lado.
Si el colchón es demasiado duro, no se adapta al cuerpo.
Esto por un lado permite una mejor aireación, pero por otra hace que el peso
del cuerpo no se distribuya adecuadamente por toda la superficie del colchón.
En este sentido los colchones de espuma y látex proporcionan un buen soporte
adaptándose al cuerpo y distribuyendo el peso uniformemente. Como no hay exceso
de presión en ninguna parte del cuerpo, mejoran la circulación sanguínea y te
ayudan a relajarte por completo.
Por otro lado, en un colchón demasiado blando, el cuerpo
tiende a hundirse. Esto presenta distintos problemas: la sensación de calor aumenta,
porque no circula el aire, y por otro lado la columna vertebral y la espalda no
están bien sujetas, ni al dormir boca arriba, ni de lado.
Si eres de los que pasan calor por las noches, te
recomendamos un colchón de muelles, ya que estos ayudan a que el aire circule
por el colchón. Hay dos tipos de muelles: embolsados, en los que cada muelle va
envuelto individualmente, de forma que actúan de manera independiente siguiendo
tus movimientos y adaptándose al contorno de tu cuerpo. Un ejemplo de este tipo
de colchón es el modelo HIDRASUND. El otro tipo es el de muelles Bonnell: una
capa de muelles que proporciona un soporte integral para proporcionar el mejor
descanso.
1 comentario:
Me parece superimportante saber elegir un colchón, de esto depende tu descanso y calidad de vida .
Muy buena entrada.
ALMA
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