Por lo general, a nadie le gusta compartir su vivienda con
parásitos y otros animales no deseados. De hecho, casi se podría decir que
acabar con ellos cuando se percibe su presencia es todo un acto reflejo. Sin
embargo, puede que esta acción, considerada como técnica de defensa e higiene
doméstica, sea en realidad un grave error. Matt Bertone, entomólogo por la
Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU), explica las consecuencias
reales de este hecho y el impacto que supone.
En todo el mundo existen aproximadamente unos 50.000 tipos
de arañas distintas. Muchas de estas son de exterior pero también existe un
amplio grupo que se refugia en interiores y espacios cerrados y además, no
resultan un peligro para los humanos como muchas veces se teme. La realidad es
que, a pesar de que no las detectemos a simple vista, en la mayoría de las
viviendas se refugian estos pequeños inquilinos invertebrados. Algunos quedan
accidentalmente atrapados y otros, en cambio, han elegido estratégicamente su
hogar para instalarse y reproducirse. Según Bertone, estas (en su gran mayoría)
no son ni agresivas ni peligrosas, y realizan funciones prácticas en el hogar,
como por ejemplo devorar plagas que sí que causarían estragos en la casa e
incluso atrapar otras arañas.
Compañeros invisibles que protegen nuestro hogar
Las arañas son catalogadas especies depredadoras que se
alimentan frecuentemente de plagas y otros bichos molestos muchos de ellos
portadores de enfermedades nocivas para el humano, como los mosquitos.
Los dos tipos de arácnidos más frecuentes durante el estudio
de Bertone se caracterizan por crear redes para poder atrapar entre estas a sus
presas. La araña de bodega utiliza una estrategia añadida, pues en ocasiones
finge ser ella la presa para sorprender a otras arañas y devorarlas.
Con ello, los expertos afirman que matar a las arañas del
hogar sería un error, pues además de costarle la vida al insecto, estaríamos
aumentando las posibilidades de supervivencia de otras especies que sí son
nocivas.
Lo cierto, es que indiferentemente de su categoría, se ha
demostrado que las arañas forman una parte importante de los ecosistemas. El
entomólogo explica que las picaduras de araña son extremadamente raras y,
dejando de lado las especies tropicales más venenosas, en pocos casos causan
problemas importantes. Ante la fobia o el rechazo a la convivencia con estas criaturas
en el hogar, Bertone recomienda capturarlas y liberarlas en un perímetro en el
que nos sintamos seguros para evitar exterminarlas. “Pero si puedes soportarlo,
está bien tener arañas en casa. De hecho, es normal. Y francamente, aunque no
las veas, ellas estarán allí”, confiesa Bertone.
1 comentario:
Perdonad pero si veo una araña en casa la mato jijiji, no creo que sobrevivan otras más nocivas jiji,
ALMA
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