Estas fibras de celulosa artificiales creadas por un equipo
de investigadores suecos son más resistentes que el acero y la seda de araña.
La tela de araña es la fibra natural más resistente que
conocemos los seres humanos, más incluso que el acero. Conociendo ese dato,
podemos valorar en su justa medida la proeza de un equipo liderado por
investigadores suecos que ha fabricado el biomaterial más fuerte que se haya
producido nunca: porque estas fibras de celulosa artificiales –pero
biodegradables– son más resistentes que el acero e incluso que la seda de
araña.
Este grupo de científicos, encabezados por Daniel Söderberg,
del Real Instituto de Tecnología (KTH, por sus siglas en sueco) –universidad
con sede en Estocolmo–, acaba de informar de los resultados de su estudio a
través de un artículo en la revista ACS Nano, de la Sociedad Estadounidense de
Química. Los investigadores han trabajado en colaboración con colegas germanos
del DESY –o Sincrotón Alemán de Electrones–, el mayor centro de investigación
alemán de física de partículas, con sedes en Hamburgo y Berlín.
El material ultrarresistente que han fabricado está hecho de
nanofibras de celulosa, polisacárido estructural en las plantas –forma parte de
los tejidos de sostén–. A través de un nuevo método de producción, estos
investigadores suecos han transferido con éxito las propiedades mecánicas
únicas de estas nanofibras a un material macroscópico –que se ve a simple
vista, sin la ayuda del microscopio– y muy ligero que podría usarse como una
alternativa ecológica para crear el plástico que se utiliza en la fabricación
de aviones, coches, muebles y otros productos. “Nuestro nuevo material tiene
potencial incluso para la biomedicina”, explica Söderberg en una nota de prensa
publicada por el DESI.
Con ayuda de la fuente de rayos X ultrabrillantes Petra III,
ubicada en el centro de investigación DESY, en la ciudad de Hamburgo
(Alemania), los científicos pudieron seguir y optimizar el proceso utilizado en
este estudio. “Los rayos X nos permiten analizar la estructura detallada del
hilo a medida que se forma, así como la estructura del material y el orden
jerárquico en las fibras superfuertes”, explica el coautor del estudio Stephan
Roth, del DESY. “Hicimos hilos de hasta 15 micras de grosor y varios metros de
longitud”, añade.
Por su parte, Söderberg apunta: “Las fibras de nanocelulosa
de origen biológico que hemos fabricado son ocho veces más rígidas y su
resistencia es más alta que las fibras de seda de araña natural”. “Si buscas un
material bio” –continúa el científico sueco–, "no hay nada como esto. Y
también es más resistente que el acero y cualquier otro metal o aleación, y que
las fibras de vidrio y la mayoría del resto de materiales sintéticos”.
Estas fibras de celulosa artificiales se pueden tejer en una
tela para crear materiales con muy diversas aplicaciones. Y, además, los
científicos que las han fabricado consideran que los costes de producción de
este nuevo material puede competir con los de los tejidos sintéticos. “El nuevo
material se puede usar en principio para crear componentes biodegradables”,
añade Roth
Fuente: muy interesante
1 comentario:
Toma ya que interesante, a la larga podremo fabricar de todo.
ALMA
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