El guepardo o chita (Acinonyx jubatus) es uno de los grandes gatos, y tiene características únicas: a diferencia de otros félidos que las pueden retraer totalmente, sus garras son semi-retráctiles. Mientras que los primeros usan sus garras para trepar árboles y desgarrar carne, las de los guepardos tienen una función de agarre para favorecer su aceleración, de la misma forma que actúa el calzado de los velocistas.
Así caza el guepardo
Otro factor que los hace vulnerables es la forma en la que
obtienen sus alimentos. Los guepardos se valen de su gran velocidad para cazar,
pero para ser efectivos necesitan espacios abiertos y excelente visibilidad,
pues un paso en falso puede significar una lesión que los condene al hambre.
Como ya hemos comentado, son demasiado tímidos como para robar las presas de
otros animales.
La caza de sus presas, antílopes de talla mediana, comienza
con el acecho de las mismas hasta llegar a una distancia de entre 100 y 300
metros. A partir de ese momento comienza una verdadera carrera por la vida
entre cazador y presa. Después de tres saltos, el guepardo va ya a unos 45
kilómetros por hora y durante la persecución puede alcanzar más de 110 km/h en
trechos cortos, lo que lo convierte en el mamífero más veloz de la tierra.
A comer a toda velocidad
Al alcanzar la presa la hace trastabillar y después la
estrangula hasta matarla. El guepardo no se la come enseguida ya que, al
terminar la carrera, está agotado y necesita de 5 a 50 minutos para recobrar el
resuello. En ese momento es frecuente que otros depredadores más grandes le
roben la presa. A sabiendas de que esto puede ocurrir en cualquier momento, el
guepardo come mucho y muy rápido, comenzando por los cuartos del animal y
pudiendo comer hasta 10kg de carne de una sentada.
Súper mamá guepardo
Los guepardos se reproducen durante todo el año y las
hembras ovulan cuando tienen contacto sexual con los machos, un proceso que se
conoce como ovulación inducida. Sus cachorros pueden ser de diferentes padres,
lo que favorece la diversidad genética, un factor importante en una población
reducida.
La gestación es de casi tres meses de duración, y paren de
tres a cinco cachorros, aunque se han observado hasta ocho en los casos más
raros. Es fácil imaginar que, para una hembra grávida, cazar a alta velocidad
es una tarea complicada.
Los guepardos, especialmente las hembras con cachorros que
necesitan alimentación diaria, están constantemente vigilando sus alrededores
desde una atalaya que puede ser un termitero e incluso un árbol.
Este comportamiento no solo les permite detectar posibles
presas, sino también prevenir ataques a sus crías por parte de leones,
leopardos y hienas que no dudan en matarlos. La imposibilidad de cazar, ya sea
por escasez natural o por interferencia humana, puede provocar también que los
cachorros mueran de hambre.
Por suerte para la especie, hay hembras que logran criar la
gran mayoría de sus cachorros y son estas las que se conocen como "super
madres". Algunas, incluso, llegan a criar a los cachorros de otras
hembras.
Una de estas hembras, llamada "Eleanor", es muy
conocida en el Parque Nacional Serengeti en Tanzania por haber criado el 10% de
todos los guepardos que hoy viven en la zona sur de ese enorme parque. Su
hallazgo es uno de los importantes logros del Proyecto de Guepardos del
Serengeti, conducido por la investigadora Sarah Durant.
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