Cuando estaba con mis abuelos en Huerta de Arriba, íbamos juntos a
muchos sitios con mi tío Ángel que me lleva unos seis años de diferencia. Lo
pasábamos bomba.
Tenían mis abuelos un burro de color blanco que tendría unos
20 años de edad, y sabía todo lo que se tenía que saber, yo creo que era más
inteligente que algún humano. Pues bien, este burro se dedicaba para recoger
leña, hierba y alguna que otra faena más de la casa. Una de ellas era que mi
tío y yo nos montamos en el burro y nos íbamos a la dehesa a recoger leña.
Preparábamos su carga, se la atábamos muy bien para que no se moviese y le
dábamos una palmadita al burro y le decíamos: ala hasta casa, que allí estará
el abuelo. Dicho y hecho, se iba el burro directamente a casa. Cuando llegaba
llamaba con su pata, salía mi abuelo y le descargaba la carga. Parece un
cuento, pero no, es pura realidad.
Nosotros nos quedábamos en la dehesa a cazar lo que hubiese:
palomas, perdices, ardillas. La escopeta se la cogía mi tío a su padre, sin que
el se diese cuenta. Esta escopeta era de un caño (estoy hablando de hace unos
50 años), pero era muy buena escopeta. Pues bien, no había ningún día que
volviésemos sin ninguna pieza. Tenía una habilidad pasmosa. Las perdices son
rápidas y de vuelo corto, pero al tío Ángel le daba tiempo a cargar la escopeta
y tirar dos tiros, y dos piezas que caían.
Ni os cuento como ha sido y sigue siendo, uno de los mejores
cazadores de la zona, por no decir que es el mejor. Y con los conejos nos
pasaba lo mismo. Nos conocíamos todas las guaridas que tenían por el término
del pueblo. Me decía: José, vamos, que hoy vamos a por unos conejos. Dicho y
hecho, siempre traíamos alguno. A mi abuela Luisa, la mujer, la tenía
desquiciada. “Pero hijo, otra vez más caza”, le decía. No sabia que hacer con
ella, así que se tiraba la mujer la mitad del día pelando plumas. Cuando no
eran palomas eran perdices y sino conejos. Vamos, nunca faltaba en casa un
plato de comida de caza.
Hoy día ya solo caza “Caza
mayor” sobre todos jabalí, por cierto elaboran unos chorizos que están tan buenos o mejor que los del cerdo.
1 comentario:
Que bella historia, me ha encantado, cómo se disfrutaba de la familia y amistades, no como ahora que damos demasiada importancia a las nuevas tecnologías y no charlamos tanto, no jugamos...de verdad que que bello relato y por cierto el burro ciertamente mas inteligente que algunos de los humanos jijijij.
BESOS
OS QUIERO
ALMA
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