miércoles, 19 de febrero de 2014

El hombre que ama a los árboles maduros





LOS SIETE ÁRBOLES FAVORITOS DE CÉSAR JAVIER PALACIOS EN ESPAÑA

1. Acebuche Bonsai. Jandía (Isla de Fuerteventura, Canarias). Desde hace más de 2.000 años este increíble árbol-piedra intenta crecer, pero hoja que asoma, hoja que se comen las cabras. Es el último de su especie en kilómetros. Antes de la llegada de los hombres a la isla sus bosques cubrían todas las montañas.
2. Dragos Gemelos. Breña Alta (Isla de La Palma, Canarias). Cuenta la leyenda que dos hermanos se enamoraron de la misma mujer y se mataron luchando por su cariño. Los enterraron juntos y la joven, apenada, plantó dos dragos junto a las tumbas. Sus ramas crecen ahora entrelazadas, pues la muerte arrebató sus pasiones y mantuvo el cariño que se profesaban.
3. La tumba de Platero. Moguer (Huelva). Asegura la tradición que Juan Ramón Jiménez enterró a su querido burrito a la sombra de este inmenso pino piñonero. Al lado está la casa de Fuentepiña, donde el poeta curaba sus depresiones rodeado de jaguarzos.
4. Moral de San Vitores. Villoviado (Burgos). En el pueblo del famoso guerrillero burgalés, el Cura Merino, siempre se dijo que este moral centenario está bendito. Nació de la sangre de un mártir y tiene propiedades curativas. Pero lo mejor son sus moras, riquísimas.
5. El Carballo do Vinho. Pelete, A Lama (Pontevedra). Con más de 600 años entre las ramas, este robusto roble gallego es un borrachín. Cuando llega la fiesta del pueblo, el cura riega su tronco con una jarra de poderoso ribeiro. Como dicen allí, “mal no le hace”.
6. La Secuoya de Silos. Santo Domingo de Silos (Burgos). Su vecino el ciprés se lleva la fama, pero esta secuoya que crece a la entrada de la abadía benedictina le gana en altura y porte. Cuenta la leyenda que la trajeron como plantita desde Canadá, metida dentro de una patata.
7. El tejo de San Cristóbal de Valdueza. El Bierzo (León). Ritos de amor y muerte se unen en este extraordinario tejo centenario. La capilla hundida es el cementerio del pueblo y los cadáveres se apoyan bajo su tronco antes de entrar en la última morada. Pero a los novios fogosos también les gusta apoyarse sobre él, pues dicen que resulta muy energético.
Fuente: ventana verde









1 comentario:

ALMA dijo...

JOOOER SI YO SOLO CONOZCO UN DRAGO Y ESTA EN TENERIFE, LA VERDAD QUE ESTOS ARBOLES SON PRECIOSOS...

GRACIAS PAPI POR LA INFORMACION MOOOOLA.

ALMA