Dicen que a todo se acostumbra uno, pero transitar estos días por las calles de Pineda y otros pueblos de la Sierra se hace bastante complicado • Algunos servicios, cuando llegan, solo lo hacen hasta la carretera
Vivir en los pueblos tiene algunas ventajas, cada vez menos, y también inconvenientes, en especial cuando los medios y recursos disponibles no son suficientes para hacer frente a temporales de frío y nieve como el que vienen padeciendo desde hace una semana algunos pueblos de la Sierra de la Demanda, como por ejemplo Pineda de la Sierra. Ayer en esta localidad, algunos vecinos retiraban el hielo y la nieve de las puertas de sus casas conscientes de que hoy, de nuevo, volverán a cubrirse de blanco si se cumplen las previsiones de los hombres del tiempo.
Los más de veinte centímetros de nieve acumulados en las calles de Pineda y la capa de hielo que se esconde debajo no son nada nuevo para José Ibáñez (Josepe), acostumbrado a vivir episodios como este y a caminar, en este caso acompañado por su vecino Ubaldo Lorenzo, por las heladas calles para recoger el pan y su ejemplar Diario de Burgos. «Todos los años nieva, pero no tanto como antes, y es lo que nos toca todos los inviernos en el mes de febrero», señala José, quien reconoce que la médica «no vino la semana pasada porque estaban mal la carretera y las calles del pueblo, pero llama para preguntar como están los enfermos».
Además de la asistencia sanitaria, en situaciones como esta, también se ven afectados otros servicios, como por ejemplo el transporte escolar que varios días de la semana pasada no llegó al pueblo y fueron los propios padres de los alumnos los que tuvieron que llevar a sus hijos hasta el colegio de Villasur de Herreros o a los institutos de la capital. Ayer, el servicio funcionó con relativa normalidad y también llegaron al albergue del Valle del Sol los alumnos del colegio lermeño Pons Sorolla que estarán esta semana en las aulas de la naturaleza de Pineda.
Pero no todos los vecinos llevan bien convivir con veinte centímetros de nieve a la puerta de sus casas durante una semana. Una de ellos es Francisca Alonso, que además es concejal, quien lamenta que los pueblos no tengan medios suficientes para hacer frente a episodios de nieve o que las administraciones no pongan a disposición de estos sus recursos. «Los repartidores de butano y de gasoil no pueden entrar en el pueblo... y nosotros casi no podemos salir de casa», manifiesta Francisca mientras muestra el garaje lleno de agua porque el hielo reventó la pasada noche una tubería de la casa.
Su preocupación es que pueda ocurrir una emergencia y que no pueda salir de casa, «aunque la semana pasada llamé al 112 y enseguida acudieron», indica mientras atiza la chimenea del salón.
Tampoco están contentos algunos empresarios de hostelería, que se sienten perjudicados por el estado de las carreteras y critican lo que califican como «descoordinación» de las administraciones a la hora de pasar las quitanieves. «El fin de semana esperábamos más gente porque había nieve, pero hubo menos que otros, y lo mismo nos ocurre a diario». Lo cierto es que ayer al mediodía la carretera estaba completamente limpia
Hoy y mañana más
Los vecinos de Pineda no se han recuperado de esta nevada y hoy ya tienen otra encima porque las previsiones para hoy y mañana indican que de nuevo nevará en la Sierra. La Agencia de Protección Civil ha declarado la alerta ante las intensas nevadas previstas para hoy y mañana en la provincia de Burgos.
Fuente: Diario de Burgos
Fuente: Diario de Burgos
3 comentarios:
No puedo imaginarme que se siente al tener una pared de nieve taponando la puerta de tu casa. Me está entrando un frío de solo pensarlo que para qué.
Besos a 21º
Yo me acuerdo que estas historias nos lo contaba el padre cebolleta cuando éramos unos mocos, te acuerdas Bea?
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