sábado, 20 de febrero de 2010

Viaje a Tenerife


El 18 de febrero a las 6 de la mañana pusimos rumbo a Tenerife: mi mujer Luisa Maria, mi perro Hércules y yo.
A Hércules le tuvimos que poner a régimen para no tener exceso de equipaje, pero no conseguimos que bajara de los 7 Kg., enconsecuencia, tuvimos que pagar 38 € por exceso de equipaje, todo un robo, pues iba debajo del asiento en un transportin y dormido.
A las 10,45 tomamos tierra en el aeropuerto de los “Rodeos” al norte de Tenerife, donde nos esperaban nuestra hija y yerno y a las 11,15 estábamos en casa, no nos habíamos acomodado, cuando se desato una tormenta para nosotros sin precedentes: Llovía torrencialmente acompañada de un fortísimo vendaval, que según los medios de comunicación alcazo entre 150/200 km/h. Todo un huracán, el viento silbaba se metía entre los ventanales y la fuerza del viento abría las contraventanas y el agua se metía por puertas y ventanas, los pelos se nos ponían como escarpias, los ventanales se cimbreaban, que experiencia. Esta tormenta huracanada duro sobre ¾ de hora, las tejas volaban como que fuesen hojas de papel y los canalones de las cornisas se arrancaron de cuajo.
A las 12 del mediodía hora local, la Isla se quedo sin fluido eléctrico, este corte duro 9 horas, tuvimos que comer a base de bocadillos y comida fría y la cena fue a la luz de las velas (esta muy romántica), todo lo llevamos con humor y resignación (pero con esta experiencia basta).

3 comentarios:

ALMA dijo...

Vamos ya sabeis sobrevivir a un huracan jijij anda que...vaya nochr,pero y los dias tan estupendos q hace ahora que?

disfrutadlo

besos

ALMA

Beatriz Montero dijo...

Fue alucinante. Daba mieeeedo. Por cierto, Hércules como estuvo a dieta ahora se come las flores del jardín jejeje.
Besos.

Emilio Montero dijo...

Madre de dios que experiencia verdad?
Yo me fui cuando aún era poco lo que se avecinaba. Una pasada.

Bea como puede ser que cuando voy para Tenerife casi siempre me llueve a mares? no es normal.

Disfrutar que os queda poquito...
Besos, Emilio