sábado, 20 de febrero de 2010

BIC Pineda de la Sierra


En la oscuridad de los cajones de la Administración regional durante 29 años, el expediente de Bien de Interés Cultural de Pineda de la Sierra se desempolvó hace unos meses, pero fue la pasada semana cuando la Junta de Castilla y León acordó declarar BIC a la villa, con categoría de Conjunto Histórico. Esta declaración ha venido a trastocar las intenciones del Ayuntamiento de la localidad que había adjudicado ya la redacción de las nuevas normas subsidiarias para la ordenación urbanística local, normas que tendrán que adaptarse al nuevo ‘status’ patrimonial del municipio.
Los primeros pasos que dará el Ayuntamiento, presidido por Santiago Rojo, pasan por solicitar sendas reuniones con los responsables de la Dirección General de Patrimonio en Valladolid y del Servicio Territorial de Burgos para definir los criterios que deben recoger las nuevas normas urbanísticas, cómo afectarán a la concesión de las licencias de obras, en cuáles seguirá teniendo competencia el Ayuntamiento y qué expedientes deben pasar irremediablemente por Patrimonio, o cómo valorará la Junta la ampliación de suelo urbanizables prevista por la Corporación. «Esperamos que no se nos pongan excesivas pegas a la hora de redactar las normas», dice el alcalde.

En cuanto a la declaración de Pineda como BIC, la Corporación municipal entiende que «no debería perjudicar al desarrollo urbanístico de la localidad», aunque se considera que la delimitación del casco histórico incluido en la declaración es bastante excesiva. No obstante, Santiago Rojo asegura que si Pineda de la Sierra se ha hecho acreedora de esa categoría ha sido gracias a la conciencia vecinal desde hace décadas por mantener la tipología de sus viviendas, «sin que para ello se haya necesitado de ninguna declaración cultural», puntualiza el alcalde, que índice en que el municipio cuenta que unas normas específicas para la protección de casco histórico. De hecho, las normas subsidiarias en vigor de año 1992 han contribuido a ello y han cumplido con creces ese fin, que no era otro que consolidar en el casco urbano todas las edificaciones en ruinas y mal estado.

Actualmente, apenas quedan edificios ruinosos, pero ello se debe al valor que los propios vecinos han dado siempre a su arquitectura de piedra, a sus cubiertas inclinadas de teja curva o a la altura de los inmuebles. «Yo, como alcalde, y los propios vecinos somos los que tenemos el máximo interés por conservar.
Noticia del D.de Burgos.

1 comentario:

Emilio Montero dijo...

schospoJoder pues estamos buenos.
Bueno estaria bien que asi fuese...

besotones