Son tres hombres y una mujer. Buscan su camino de regreso a casa: desaparecieron durante la G. Civil y aparecieron convertidos en piedra en 2009. Desde entonces miran fijamente el Valle del Jerte.
Estos dos hombres, esta mujer y este anciano son obra de
Francisco Cedenilla Carrasco, el artista que los talló. El abuelo de Cedenilla
fue fusilado durante la Guerra Civil en Toledo. El autor, tras conocerse la
noticia de los disparos a su obra recién inaugurada, declaró a Efe que era
«impactante que alguien haya querido volver a fusilarlos».
Los hombres que miran fijamente el Jerte tienen una postura
meditativa, algo melancólica, como quien mira las obras de la plaza a sabiendas
de que no las verá terminadas. Posan unos hombres con las manos recogidas
detrás de la espalda, con la mirada épica del líder que avista una salida o un
ser querido o la mujer con el desconcierto en su cabeza.
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