Científicos descubren la relación con las células troncales
de las uñas.
El cirujano ortopédico Christopher Allan recibe en su
consulta el caso de una niña de 8 años que ha perdido la última falange de su
dedo corazón tras pillarse con una bicicleta.
"La niña", relata Allan a la cadena NPR. "volvió con el
trozo de dedo perdido en una bolsita y el nuevo dedo en su mano. Era mucho
mejor que cualquier cosa que yo le hubiera podido ofrecer con un injerto o una
cirugía".
Cuando una salamandra pierde una pata, al cabo de un tiempo
su cuerpo genera otra. Los mamíferos somos menos afortunados, pero en ocasiones
podemos regenerar las puntas de los dedos siempre que se conserve parte de la
uña. Aunque se pierde la huella dactilar, y el trozo regenerado tiene un
aspecto extraño, el hueso, la carne y la uña vuelven a crecer hasta recuperar
parte de la forma original, especialmente en el caso de los niños.
Un grupo de científicos de la Universidad de Nueva York
acaba de comprobar el papel de las células troncales de las uñas en este
proceso. En una serie de experimentos con ratones, el equipo de Mayumi Ito ha identificado un grupo
de células debajo de la base de la uña que coordinan la restauración de este
tejido. Cuando la parte extrema del dedo de un ratón es amputado, las células
de las uñas activan la regeneración a través de una señal que llega a huesos y
terminaciones nerviosas.
El proceso, explican en Nature, tiene efectos limitados en
comparación con la regeneración de los anfibios, pero comparten características
como las moléculas que están implicadas y las conexiones que intervienen.
"Me quedé sorprendido con los parecidos", explica Ito. "Esto
sugiere que retenemos parcialmente los mecanismos que actúan en los
anfibios".
Sin embargo, todo este proceso se pierde si el dedo queda
amputado demasiado atrás y la parte epitelial de la uña no se conserva. En tal
caso, la proteína que activa el proceso no se pone en marcha ni los nervios que
deben crecer comienzan su trabajo.
Algunos especialistas, como el biólogo molecular Ken Muneoka, de la Universidad de Nueva
Orleans, se muestran muy optimistas sobre la investigación y creen que podría
servir para aprender a regenerar otros tejidos humanos en un futuro no muy
lejano. Otros son más conservadores y creen que estamos todavía lejos de
aplicar las soluciones que aplican los anfibios.
1 comentario:
Jooo sorprendente, lo que puedes aprender en este blog jijjij mooooola, no dejes nunca de poner entradas papi.
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