martes, 26 de enero de 2010

Una gruta burgalesa única en el mundo



Cueva de Fuentemolinos.
La sierra de La Demanda, en la localidad burgalesa de Puras de Villafranca, encierra una gruta, cuya belleza y singularidad la sitúa como una de las más importantes de mundo. Varias bocas de mina de manganeso, sin explotación desde el año 1965 y de las más antiguas de España, se abren en la falda del monte ‘La Cuesta’, junto a la gruta natural de Fuentemolinos, por la cual aflora un pequeño río cuyas aguas abastecen a los habitantes de Puras de Villafranca.


La característica principal de la Cueva de Fuentemolinos radica en que se formó en un tipo de roca denominada conglomerado calizo o pudinga, depositada hace unos 35 millones de años, que se caracteriza por ser una amalgama de cantos silíceos de diferentes tamaños cementados. Aunque este tipo de roca es carstificable, es decir, que puede dar origen a cavidades, es poco común la formación de cuevas de gran desarrollo, como es el caso de la Cueva de Fuentemolinos.

La exploración de esta gruta se remonta al año 1959, por parte de Félix Ruiz de Arcaute (uno de los padres de la espeleología española), José Luis Puente y varios lugareños, que realizaron un plano del ‘Gran Cañón’, galería principal por donde circula el río.
Tiene 4.086 metros de conductos subterráneos. Gracias a esta labor, hoy en día la Cueva de Fuentemolinos se sitúa como la sexta cavidad más importante a nivel mundial. A la gruta se accede desde el exterior por dos entradas, una pequeña gatera seca de 7 metros de longitud, y otra por el nivel activo, ambos accesos conducen, tras superar una cascada, al ‘Túnel de los Concejales’, de 50 metros de desarrollo, que desemboca en un amplio cañón que llega a alcanzar los 25 metros de altura y por donde discurre el río hasta que a los 1.700 metros de recorrido un angosto laminador detiene la progresión de los espeleólogos.

Las columnas, estalagmitas, banderas, coladas y estalactitas en galardonan las galerías superiores, siendo el ‘3º Piso’ de 850 metros de recorrido, donde los espeleotemas cobran su máxima expresión.
Pero, todavía nos aguarda una gran sorpresa inimaginable, un pequeño lago donde podemos ver en su borde pequeñas repisas de calcita, unas encima de otras y separadas entre sí por macarrones. Un capricho de la naturaleza originado por el nivel fluctuante del agua durante milenios y que ha ido depositando estas pequeñas láminas de carbonato cálcico como si de hojaldre se tratase.

2 comentarios:

alma dijo...

anda q no hay cosas bellas en la sierra de la demanda , nada mas y nada menos q una cueva dentro d las 7 mas importante a nivel mundial joooo

gracias papi por informarnos y darnos tantos datos

Emilio Montero dijo...

Muchachoo cuando nos vas a llevar a conocer sitios de la sierra de tus orígenes?

Venga esta primavera...