lunes, 7 de diciembre de 2009

El primer hombre que voló

La historia de un campesino burgalés llamado Diego Marín Aguilera, natural de Coruña del Conde (Burgos), un pueblecito muy cerca de Aranda de Duero de apenas 147 habitantes, tiene el privilegio de pertenecer a una honorable lista compuesta por gente como Leonardo Da Vinci, los hermanos Wright, los hermanos Montgolfier… la de los pioneros de la aviación, pero su historia es poca conocida.

Diego Marín Aguilera nació en 1757 en una familia de agricultores y ganaderos castellanos, siendo el mayor de 8 hermanos. A pesar de ser analfabeto se cree que recibió algún tipo de educación por el ingenio de sus inventos, aunque esta quedaría truncada muy pronto por la muerte de su padre lo que le obligó a trabajar en el campo para sacar adelante a su familia. Del contacto directo con el campo y de su ingenio y dotes creativas surgieron numerosos inventos para mejorar la vida de sus vecinos, así se tiene constancia, ya que se utilizaron en la zona hasta fechas muy recientes, de dos creaciones suyas, un mecanismo que mejoraba el funcionamiento del molino del río Arandilla y un artilugio para laminar el mármol que se extraía en Espejón.

Pero fue observando los molinos como descubrió su pasión, el viento que se transformó en una obsesión, volar. De la observación directa de las águilas y buitres que remontaban el castillo (abundantes en la zona) y de su posterior captura (inventó cepos para atraparlos) sacó la información sobre la configuración y el movimiento de las alas, así como del funcionamiento de su cola. Además usó las plumas de estas aves para recubrir las alas de su creación. Tras seis años de trabajo terminó su invento, adecuadando el peso proporcionalmente como las águilas, su mecanismo estaba hecho de hierro, madera, tela y plumas, con alas en forma de abanico y unos estribos metálicos para los pies.

Su objetivo era planear como las aves rapaces, una especie de ala delta, y así lo hizo la noche del 15 de mayo de 1793, acompañado por su hermana y su confidente y herrero Joaquín Barbero, llevaron el avión de plumas hasta la peña más alta del castillo. Y trazó su ruta; Voy a Burgo de Osma, de allí a Soria, y volveré en unos días, un viaje de más de 90 kilómetros, tal era su empeño. Sorprendentemente la nave emprendió el vuelo alcanzando unos 6 m. de altura, pero tras cruzar el río Espeza y recorrer unos 400 m. uno de los pernos que movía las alas se rompió y se precipitó al vacío, cuando le fueron a buscar su hermana y el herrero vieron que estaba vivo y no paraba de maldecir a este último por haber soldado mal el perno.

A la mañana siguiente el pueblo entero se enteró de la noticia y creyéndole loco Diego se convirtió en el centro de todas las burlas de sus vecinos, aún así no desistió y recogió su aparato para repararlo y volar hasta Soria. Se cree que en una ausencia de Diego el avión fue robado por sus familiares para evitar que se jugara la vida de nuevo y fue quemado ante la mofa de todo el pueblo.
Dicen que fue la melancolía y la depresión los que acabaron con su vida en 1799, a la temprana edad de 44 años. Así desapareció un desconocido precursor de la aviación moderna y el primer hombre que voló. Monumento (foto de arriba) que el Ejército del Aire construyó en Coruña del Conde, (Burgos) en el sitio donde empezó su vuelo, en honor a la hazaña de su ilustre vecino, en su base se puede leer; El Ejército del Aire al primer hombre que voló.

4 comentarios:

Emilio Montero dijo...

ostras que bueno no?
Si va a resultar que Burgos esta lleno de gente extraordinaria...

Besotes

ALMA dijo...

YA T DIGO BUURGOS MOOOOOOLA...PERO ESTE ERA EL SUPERMAN DE VERDAD? Q A MI M DIJERON EL DE LA TELE Q NO VOLABA ...

ALMA

Anónimo dijo...

No lo dudes

Victor dijo...

Es el pueblo de mi abuela, con muy buena gente y muy buen vino.

Un saludo a Coruña.