Mis mejores deseos para todos
domingo, 31 de diciembre de 2017
martes, 12 de diciembre de 2017
Un árbol que da 40 tipos de frutas
¿Es una escultura? ¿Es una maravilla de la jardinería? Es todo eso y se trata de un solo árbol frutal con múltiples injertos.
El escultor estadounidense Sam Van Aken concibió el
"árbol de 40 frutas"como una especie de Frankenstein natural. El
árbol, que ya ha sido plantado en distintas localizaciones en Estados Unidos,
es producto de una idea que deseaba mezclar medios inusuales, algo muy habitual
en los artistas. En este caso, en vez de pinceles y lápices, tenemos árboles y
frutas.
El proyecto 'Tree of
40 Fruit', se compone de una serie de árboles frutales híbridos. A través del
injerto, Van Aken, que también es profesor de arte en la Universidad de
Siracusa en Nueva York (EE. UU.) ha cultivado más de 40 variedades de frutas
como ciruelas, albaricoques y cerezas, en un árbol individual. Cada árbol
produce 40 tipos de frutas de hueso, del género Prunus, que maduran
secuencialmente de julio a octubre en este país.

Ese trasfondo familiar en la agricultura llevó a Van Aken al
uso de este medio tan curioso para crear arte.
Desde que comenzó el proyecto hace unos ocho años, ha creado
más de una veintena de árboles de 40 frutas, la mayoría ellos se encuentran en
exhibición en América del Norte, ya sea en jardines comunitarios, museos o
colecciones privadas (en Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva
Jersey, Nueva York, Pensilvania...). Otros, han viajado a Suecia e incluso en
China.
La intención de Van Aken es manipular la naturaleza para
realzar su belleza. Este tipo de iniciativa tiene su condicionante: para ver si
un injerto ha fructificado hay que esperar años y hay que tener sumo cuidado
con la poda y las zonas estratégicas en las que se colocan los injertos, así
como trabajar en torno al ciclo de crecimiento de cada fruta que se emplea.
"Ver los árboles en primavera todos los años, sigue
siendo una sorpresa para mí. Cuando los ves florecer... están evolucionando,
están cambiando. Cada año, cada árbol individual se vuelve diferente",
aclara Aken.
Aparte de los
múltiples colores que muestran estos árboles híbridos, ofrecen toda una suerte
de frutas en el mismo árbol: melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas,
nectarinas... Como hemos visto, el artista 'diseña' cada uno de los árboles,
seleccionando especies que florezcan y produzcan frutos en distintos momentos
del año para aprovechar todo su potencial y belleza. Así, en una estación,
crecen ciruelas y nectarinas; en otra albaricoques y cerezas y así
sucesivamente.
La meta última de Van Aken es colocar pequeños huertos
urbanos llenos de estos árboles por todo el planeta, algo que puede aumentar la
diversidad de frutas en general, así como cumplir con su otro deseo de difundir
su arte globalmente y que todo aquel que se tope con uno de estos árboles se
haga preguntas sobre su origen.
fuente: muy interesante
martes, 5 de diciembre de 2017
Saltarse el desayuno: consecuencias
¿Cómo afecta al organismo tener hábitos alimenticios
irregulares como no desayunar?
¿El desayuno nos ayuda a perder peso o tiene el efecto
opuesto? Lo cierto es que existen estudios contradictorios en este sentido.
Así, un gran estudio poblacional publicado en la revista The Journal of
Nutrition, sugiere que un desayuno abundante nos ayuda a evitar tomar otros
bocados durante el día, lo que mantiene a raya el aumento de peso. Otro
estudio, publicado en la revista British Journal of Nutrition, exponía que
saltarse el desayuno no afecta a nuestra ingesta de calorías a lo largo del
día. Sin embargo, la mayoría de estos estudios son observacionales y no pueden
decirnos mucho sobre los mecanismos que están detrás de la pérdida de peso,
nuestro metabolismo y el desayuno.
Una nueva
investigación desarrollada por la Universidad de Bath (Reino Unido) y publicada
en la revista Journal of Physiology ha explorado los efectos metabólicos de
tomar o de saltarse el desayuno. El estudio, dirigido por Javier González,
examina cómo afecta el desayuno al metabolismo y a las células grasas de las
personas delgadas y obesas.
Los expertos pidieron a 49 participantes adultos que
desayunaran o ayunaran hasta el mediodía, todos los días, durante 6 semanas. De
los participantes, 29 se clasificaron como "delgados" y 20 como
"obesos", de acuerdo con su índice de masa corporal (IMC). Los
participantes en el grupo de desayuno consumieron 350 kilocalorías dentro de
las 2 horas posteriores al despertar, mientras que los del grupo de ayuno no
consumieron nada hasta el mediodía.
Tanto antes como después, el equipo examinó los marcadores
de salud cardiometabólica de los voluntarios, sus respuestas al apetito y su
distribución de grasa corporal. Además, monitorearon la actividad de 44 genes
que regulan proteínas clave, y la capacidad de las células grasas para usar
glucosa en respuesta a la insulina.
Los delgados obtienen
beneficios por saltarse el desayuno
Los resultados determinaron que, en las personas delgadas,
saltarse el desayuno durante 6 semanas aumentó la actividad de los genes que
ayudaron a quemar grasa, por lo tanto, mejoró el metabolismo. Sin embargo, este
efecto no se observó en los adultos obesos.
Así, en los individuos obesos, las células de grasa no
podían tomar tanta glucosa en respuesta a la insulina como lo hicieron las
personas delgadas. Este efecto parece ser proporcional a la grasa de todo el
cuerpo del individuo.
Los investigadores creen que este es un mecanismo de
adaptación en las personas con obesidad, donde su cuerpo está tratando de
limitar la cantidad de glucosa que pueden tomar sus células adiposas, por lo
que evita almacenar grasa adicional.
"Al entender mejor cómo responde la grasa a qué y
cuándo comemos, nos puede ayudar a centrarnos más en esos mecanismos. Podemos
descubrir nuevas formas de prevenir las consecuencias negativas de tener una
gran cantidad de cuerpo graso, incluso si no podemos deshacernos de ella
", explica González.
El estudio, sin embargo, tiene limitaciones, pues los
participantes tomaron desayunos con alto contenido de carbohidratos, de ahí que
no sea posible extrapolar estos hallazgos a otros tipos de desayunos,
especialmente aquellos con alto contenido de proteínas.
"Nuestros estudios futuros también explorarán cómo el
desayuno interactúa con otros factores del estilo de vida como el
ejercicio", finaliza González.
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