domingo, 24 de mayo de 2009

Los Austrias españoles



¿Se acuerda de Carlos II, el Hechizado, el rey español que a su muerte en 1700 dejó paso a los Borbones? Se dice que era bajito, impotente, de constitución débil, que padecía diarreas y vómitos frecuentes y que tenía aspecto de anciano cuando falleció con 39 años. Un estudio gallego publicado en la revista PLoS ONE asegura que la causa de todos sus males fue la endogamia, que provocó alteraciones genéticas que extinguieron la casa de Austria.


Una información genealógica de Carlos II y de 3.000 de sus familiares y ancestros a lo largo de 16 generaciones para calcular el coeficiente de endogamia (F) de cada individuo. Este valor indica la probabilidad de que un sujeto reciba, en una determinada localización, dos genes idénticos debido a un ancestro común de sus padres. De este modo descubrieron que (F)

aumentaba considerablemente con las generaciones, a medida que los Habsburgo tendían a casarse con familiares de forma más frecuente para preservar su legado, desde 0,025 en Felipe I -fundador de la dinastía- a 0,254 en Carlos II,. Varios miembros de la familia tenían coeficientes de endogamia superiores al 0,20, lo que significa que más del 20 por ciento del genoma se esperaba que fuera homocigótico para estos individuos.


Los autores citan tres líneas de evidencias para apoyar la teoría de que la endogamia fue el principal factor de la extinción de la línea masculina de los Habsburgo con la muerte de Carlos II. En primer lugar que hubo un nivel muy elevado de matrimonios consanguíneos: nueve de 11 matrimonios a lo largo de 200 años. Dos de los individuos con los coeficientes de endogamia superiores eran Carlos II y su abuelo Felipe II. Aunque ambos eran hijos de matrimonios entre tíos y sobrinos, sus valores (F) eran casi tan altos como los esperados entre un matrimonio entre padre e hijo o hermano y hermana. Los investigadores afirman que probablemente se deba a múltiples ancestros remotos de estos individuos, sumado al alto grado de parentesco de sus padres.


La elevada consanguinidad explicaría también por qué en la familia de los Austrias en el primer año de vida sólo sobrevivía la mitad de los niños nacidos, en comparación con un porcentaje del 80 por ciento de los niños que nacían en los pueblos españoles en aquella época.

1 comentario:

Emilio Montero dijo...

yo lo flipo como esta la gente, asi estan algunos de los aristocráticos...

La pera la verdad la pira...
Emilio