martes, 13 de diciembre de 2022

CACAHUETES Y HIERBAS AROMÁTICAS

 


Los cacahuetes y las hierbas y especias pueden aumentar la diversidad del microbioma intestinal, y aumentar la abundancia de bacterias intestinales asociadas a una mejor salud

 

Cada vez hay más datos que avalan que las bacterias y otros microorganismos que habitan en nuestro intestino determinan nuestro estado de salud mucho más de lo que se podía imaginar. Sin embargo, no se sabe con certeza qué composición bacteriana es la idónea, ni cómo alterarla, aunque hay consenso en la idea de que una mayor variedad de especies bacterianas en nuestro intestino nos ofrece una mayor protección contra las enfermedades.

 

Según dos estudios de la Universidad de Penn State, en Pennsylvania, EE UU, un puñado de cacahuetes, o una cucharadita de hierbas y especias en tu dieta puede mejorar la composición de las bacterias intestinales, un indicador de la salud en general. En dos estudios distintos, científicos especializados en nutrición estudiaron los efectos de pequeños cambios en la dieta media de los estadounidenses y descubrieron mejoras en el microbioma intestinal con pequeños cambios.

 

Las investigaciones han demostrado que las personas que tienen muchos microbios diferentes gozan de mejor salud, y llevan una dieta mejor, que las que no tienen mucha diversidad bacteriana. En el estudio sobre los cacahuetes, publicado en la revista Clinical Nutrition, los investigadores compararon los efectos de tomar como tentenpié 28 gramos de cacahuetes al día, frente a otra opción con más carbohidratos: galletas saladas y queso. Al cabo de seis semanas, los participantes que tomaron el tentempié de cacahuetes mostraban una mayor abundancia de Ruminococcaceae, un grupo de bacterias relacionadas con la salud del metabolismo hepático y la función inmunitaria.

 

En el estudio sobre hierbas y especias, publicado en The Journal of Nutrition, los científicos analizaron el impacto de añadir mezclas de hierbas y especias, como canela, jengibre, comino, cúrcuma, romero, orégano, albahaca y tomillo, a las dietas controladas de participantes con riesgo de enfermedad cardiovascular. El equipo examinó tres dosis: aproximadamente 1/8 de cucharadita al día, algo más de 3/4 de cucharadita al día y aproximadamente 1 1/2 cucharadita al día. Al cabo de cuatro semanas, los participantes mostraron un aumento de la diversidad de bacterias intestinales, incluido un aumento de Ruminococcaceae, sobre todo con las dosis medias y altas de hierbas y especias.

 

Los investigadores creen que todo el mundo podría beneficiarse añadiendo hierbas y especias a su comida. También es una forma de reducir el sodio en la dieta, condimentando los alimentos de forma que resulten apetecibles sin un exceso de sal.

 

En ambos estudios, el aumento de Ruminococcaceae y de la diversidad bacteriana se valoró positivamente, ya que los científicos siguen aprendiendo más sobre la conexión entre la microbiota intestinal y un espectro de factores de salud, desde la presión arterial hasta el peso.

Quo.

 

viernes, 9 de diciembre de 2022

Las Hormigas

 

 

Esto es lo que tienes que saber para dejar de ver a las hormigas como una amenaza

Si mañana desaparecieran las hormigas, los suelos serían menos fértiles, muchas plantas quedarían desprotegidas y numerosas especies animales perderían su principal fuente de alimento

Podemos construir rascacielos, gaseoductos, túneles de metro, autopistas de ocho carriles, modernos sistemas de alcantarillado o sincronizar los semáforos de toda la ciudad en la nube. La más puntera de las smart cities está condenada a convertirse en un páramo si carece de una tecnología que no consume energía ni materiales, que no figura en los presupuestos de cualquier concejalía de urbanismo, pero cuya complejidad y utilidad es mucho mayor que el de cualquier invento gestado en Silicon Valley: el trabajo silencioso de las hormigas.

 Estos insectos han fascinado al ser humano desde hace siglos por distintos motivos. Su prodigiosa organización social es uno de ellos, pues seguramente se trate de una de las más avanzadas dentro del reino animal, tal y como recuerda la Fundación Endesa. Otra razón es la inmensa variedad de especies: más de 13.000, es decir, el doble de variedad que de mamíferos. Lo que es imposible calcular es la cifra exacta de hormigas que hay en nuestro planeta. Sí se sabe que están presentes en todo el mundo, en ecosistemas muy distintos, y se estima que suponen el 15% de la masa de organismos vivos terrestres de la tierra. Hay un dato que da vértigo: por cada ser humano sobre el planeta hay 2,5 millones de hormigas. Es decir, estaríamos hablando de 20.000 billones de hormigas en todo el mundo, según un estudio publicado por la Universidad de Würzburg en Alemania en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

De todas sus funciones, una de las más llamativas e importantes para el medio ambiente es su labor como “ingenieras de ecosistemas”. No solo con sus túneles y galerías contribuyen a articular el subsuelo y a que circulen agua, aire y nutrientes. También aportan a la creación de estos nutrientes con sus propios desperdicios. De este modo tan ecológico producen calcio, fósforo, zinc, manganeso o hierro y ayudan a bacterias y hongos a la descomposición de la materia orgánica. Una especie de compostadora mini -del tamaño de una hormiga- y gigantesca -del tamaño del planeta- al mismo tiempo.

 La ciudad, ¿zona hostil para las hormigas?

El problema que enfrentamos ahora en las ciudades, aclara la científica, no es exactamente que estemos perdiendo poblaciones de hormigas. Hay hormigas de muchas clases y adaptadas a hábitats muy distintos: unas a zonas descubiertas, otras viven en árboles, algunas en arbustos, en zonas de césped… Si una ciudad tiene parques con una amplia variedad de microhábitats, la variedad de especies de hormigas será también amplia y cada una podrá cumplir su función.