Los científicos revelan el número óptimo de pasos diarios
para compensar una vida sedentaria, y no son exactamente los que dice tu
pulsera de actividad
Seguramente habrás oído alguna vez que los adultos deberían
intentar dar 10.000 pasos diarios. Este planteamiento único proporciona un
mensaje claro, aunque no tiene en cuenta lo variados que son los estilos de
vida y los cuerpos humanos.
La cifra de los 10,000 pasos diarios no proviene de
investigaciones científicas, sino de una campaña de marketing en Japón en la
década de 1960. En el período previo a los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964,
una empresa japonesa creó un podómetro llamado «Manpo-kei», que se traduce como
«contador de 10,000 pasos», porque el carácter japonés que representa el número
10.000 parece una persona andando.
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha
descubierto que incluso los más sedentarios de entre nosotros podrían
protegerse de los efectos nocivos de estar sentados incorporando más pasos a
nuestro día. Pero ¿cuántos pasos? No están tan lejos de la idea japonesa.
LOS PROBLEMAS DE ESTAR SENTADOS
Los estilos de vida sedentarios son cada vez más comunes y
sabemos que están relacionados con mayores probabilidades de morir por
enfermedades cardiovasculares (ECV), mayor riesgo de cáncer y diabetes, y una
menor esperanza de vida. Y esos riesgos son menores en las personas que dan más
pasos y caminan más deprisa.
Pero hasta ahora no estaba claro si las personas muy
sedentarias podrían contrarrestar esos alarmantes riesgos para la salud con
pasos diarios.
Cuantos más pasos daban las personas del nuevo estudio,
independientemente de lo sedentarias que fueran por lo demás, menor era el
riesgo de ECV e incluso de muerte prematura. Así pues, los que trabajamos en un
despacho no estamos totalmente condenados, aunque los investigadores subrayan
que sigue siendo importante intentar reducir el tiempo de sedentarismo en
general.
«No se trata en absoluto de una carta de libertad para las
personas que son sedentarias durante periodos de tiempo excesivos», afirma el
científico especializado en salud de la población Matthew Ahmadi, de la
Universidad de Sídney (Australia).
«Sin embargo, encierra un importante mensaje de salud
pública: que todo movimiento es importante y que las personas pueden y deben
intentar contrarrestar las consecuencias para la salud del sedentarismo
inevitable aumentando su número de pasos diarios».
HORAS EN LA SILLA CONTRA PASOS CAMINANDO
Ahmadi y sus colegas analizaron los datos de 72.174
voluntarios que contribuyeron al Biobanco del Reino Unido, un gran conjunto de
datos a largo plazo creado en 2006 que seguirá realizando un seguimiento de las
medidas de salud de los participantes durante al menos 30 años.
Cada participante incluido en el estudio disponía de una
media de 6,9 años de datos generales sobre su salud. Los participantes habían
llevado acelerómetros de muñeca durante siete días para calcular sus niveles de
actividad física, como el número de pasos que solían dar y el tiempo que solían
pasar sentados.
La mediana de tiempo sedentario era de 10,6 horas al día,
por lo que se consideró que los que pasaban más tiempo de esa cifra tenían un
«tiempo sedentario alto», mientras que los que pasaban menos horas tenían un
«tiempo sedentario bajo».
Los participantes cuyas estadísticas en los dos primeros
años podrían haberse visto afectadas por un estado de salud deficiente no se
incluyeron en este estudio, por lo que los resultados sólo se aplican a las
personas que, durante al menos los dos primeros años de datos, gozaban de buena
salud en general. No está claro si los datos incluían a participantes con
discapacidades que afectaban al recuento de pasos.
El equipo descubrió que entre 9.000 y 10.000 pasos diarios
eran óptimos para contrarrestar un estilo de vida muy sedentario, ya que
reducían el riesgo de ECV en un 21% y el de mortalidad en un 39%.
Independientemente del tiempo de sedentarismo del
participante, los investigadores descubrieron que el 50 por ciento de los
beneficios se producían entre los 4.000 y los 4.500 pasos diarios.
«Cualquier cantidad de pasos diarios por encima de los 2.200
pasos diarios de referencia se asoció con una menor mortalidad y un menor
riesgo de ECV incidente, tanto para el tiempo de sedentarismo bajo como para el
alto», concluyen Ahmadi y sus colegas.
«Acumular entre 9.000 y 10.000 pasos al día redujo de forma
óptima el riesgo de mortalidad y de ECV incidente entre los participantes muy
sedentarios».