El extraño pueblo de Burgos, puerta a otra dimensión
Desde hace generaciones, los vecinos de Mamolar han visto un
extraño resplandor que llena el pueblo de una luz cegadora y después
desaparece. ¿Es una entrada a otra dimensión?
De repente, la noche se convirtió en día. No una vez ni dos
ni tres… Muchas veces en diferentes épocas del año, a personas diferentes, en
momentos diversos. Siempre se repite el mismo acontecimiento. Los testimonios
de aquellas personas que lo vieron coinciden en el relato.
¿Qué es esa luz tan potente que llega a deslumbrar? ¿De
dónde procede ese extraño resplandor? ¿Qué o quién lo provoca? Son todas
preguntas que no tienen respuesta, pero lo que nadie puede dudar es que decenas
de personas han sido testigos de esta luz que se extiende por Mamolar como si
alguien iluminara el pueblo desde la montaña.
Mamolar es un pueblo burgalés que se ubica junto a la peña
del Águila. Durante generaciones los vecinos de esta localidad han sido
testigos de extraños resplandores sobre la localidad, justo tras el risco del
Águila.
Según estos testigos, se trata de un fenómeno que dura
varios minutos y baña el pueblo y las fincas aledañas de una luz cegadora.
Luego, sin más, desaparece. En ocasiones también ha ocurrido de día. Nadie
puede explicar su procedencia. Es un misterio el cual no se ha investigado
todavía.
Y la tozuda realidad es que este tipo de fenómenos se da en
otros puntos del planeta. Y tampoco nadie ha sido capaz de dar con la tecla. Y
a partir de aquí surgen todo tipo de hipótesis. Analizando el fenómeno, algunos
investigadores atribuyen esa luz a algún tipo de fenómenos natural de
reverberación de la luz.
Pero otros van más allá. Hablan desde apariciones marianas
hasta la puerta de una dimensión desconocida. El caso es que Mamolar forma
parte de esa España mágica que de manera aleatoria se encuentra con un fenómeno
único que nos hace pensar que este lugar y su peña del Águila es un lugar de
poder.
De lo que no hay duda es que el extraño resplandor es un
fenómeno poco normal, que se sale de los cánones, que entra a formar parte de
la leyenda y que ha quedado plasmado en el escudo nobiliario de la localidad; y
para siempre.
La heráldica del pueblo recoge el acontecimiento. Sobre el
fondo de gules (rojo en el lenguaje heráldico) un monte de plata (la peña del
Águila) se levanta una estrella de ocho puntas. Así el escudo del pueblo
realiza un guiño a ese resplandor que desde hace décadas se ve en el pueblo.
Escudo con la estrella del resplandor y el monte del Águila. BC
En la heráldica, el rojo, el gules, simboliza la fortaleza,
la alteza, el ardid, el valor, elñ honor, la osadía y la victoria. La estrella
de ocho puntas es el símbolo místico de la plenitud y la regeneración.
Los primeros testimonios directos de esta visión se remontan
a los años 60 del siglo pasado. Los testigos refieren, con una pasmosa calma,
que esa luz les ha acompañado durante decenios. De hecho, en las familias se
contaba de generación en generación que se veían luces en el pueblo.
La presencia de esta luz ha causado temor desde su inicio.
Tal es así porque en algunos casos, la luz ha perseguido a algún vecino hasta
la misma puerta de su casa.
Incluso algunos testigos le ponen forma a esa luz, lo que
nos coloca en otra fase de estas visiones que pueden apuntar, incluso, a una
nave troncocónica tumbada, un ovni en definitiva. Un objeto, una cosa alargada,
muy brillante que daba unos destellos que molestaba y a los diez minutos
desaparecía.
Esta descripción se ajusta a otras similares de ovnis en la
provincia de Burgos, pero que en la Sierra de la demanda y en lugares del norte
de la provincia se han aparecido a los vecinos de estas comarcas.
Tanto es así que este tipo de luminarias han quedado
recogidas en la historia de la provincia de Burgos. La Institución Fernán
González, la Real Academia Burgense, recoge en sus diferentes boletines algunas
de ellas que ya fueron objeto de estudio esta sección.
Y en la Sierra de la Demanda existen datos sobre luces
extrañas. Por lado las recoge Víctor Castillo al hablar de la restauración de
San Antonio del Monte, en Fresneda de la Sierra. Quizá el miedo a esas luces
dejó sin más actuaciones a esa ermita en el siglo XIX, dejada al abandono; un
convento desaparecido el oratorio de San Antonio del Monte, que contaba en 1808
con tres sacerdotes, tres legos y tres donados, como explica Gonzalo Martínez
en su artículo Supresión de los conventos de religiosos en la provincia de
Burgos (1820-1836), en la Academia Burgense.
Más casos
Siguiendo la pista de estas apariciones de luminarias, una
mujer vecina de la capital de la provincia relata con emoción lo que le
aconteció a ella y sus hermanas, siendo jóvenes, casi unas niñas, hace ya
varias décadas.
Vieron a través de la ventana de su habitación esa misma luz
cegadora que se pudo ver varias veces en Mamolar. La mujer, Yolanda, relataba
con emoción el episodio vivido al saber que Burgos Misteriosa se adentraba en
los secretos de este tipo de acontecimientos.
Lo recuerda «como si fuera ahora mismo». Dice que, en la
habitación, por la ventana, entró una tremenda luz… nada que se asimilase a
otras cosas que no fuera un objeto que la emitía o un fenómeno de la
naturaleza, pero que nunca ha podido saber de qué se trataba. «Era una luz
tremenda que vimos mis hermanas y yo», concluye la mujer
Fuente: Burgos conecta