La pequeña localidad de origen guanche se sitúa junto a un
impresionante barranco formado hace más de cinco millones de años
El paisaje y su arquitectura única han llevado al particular
pueblo de Masca a ser conocido como el Machu Picchu español, aunque en menor
escala. La pintoresca aldea está situada al noroeste de Tenerife y se encuentra
en el Parque Rural de Teno, en lo que era un antiguo macizo volcánico.
Masca cuenta con una impresionante configuración geográfica
y ha preservado la arquitectura tradicional canaria. Sus casas, construidas con
piedra volcánica, madera y otros materiales locales, se aferran a las laderas
de las montañas, creando un paisaje que se parece a la famosa ciudadela inca
que deja a los visitantes maravillados.
De origen guanche
Su historia está profundamente relacionada con la geografía
de la isla. Antes de la llegada de los conquistadores españoles, la zona de
Masca estaba habitada por los guanches, los aborígenes de las Islas Canarias.
Estos pobladores eligieron Masca por su ubicación estratégica y su difícil
acceso, lo que ofrecía protección natural contra posibles invasores. Sin
embargo, la conquista de Tenerife por los españoles fue inevitable a finales
del siglo XV, pero esta no supuso el abandono de pueblo, sino que siguió habitado
y ha ido evolucionando a través de los siglos.
Hasta mediados del siglo XX, la aldea permaneció
parcialmente aislada, accesible solo a pie o en burro a través del antiguo
Camino de los Guanches. No fue hasta la construcción de carreteras y la llegada
de la electricidad que el pueblo se conectó más con el resto de la isla de
Tenerife. En la actualidad, se ha convertido en un destino muy popular para los
amantes de la naturaleza y la fotografía de paisaje, pues el de Masca es
impresionante.
¿Qué ver en Masca?
Para comenzar, el viaje hacia Masca ya es una experiencia en
sí misma. Desde la carretera TF-436, que serpentea desde Santiago del Teide,
puedes observar unas sobrecogedoras vistas de las montañas y el océano
Atlántico. A lo largo del camino, es muy recomendable detenerse en el Mirador
de Cherfe, desde el que se puede disfrutar de la belleza de los alrededores,
así como el propio Mirador de Masca, donde se puede apreciar el pintoresco
pueblo encajado entre acantilados.
Al llegar a Masca, te encontrarás con casas construidas con
piedra volcánica, madera y barro. Una arquitectura que le ha valido al pueblo
ser declarado conjunto histórico y Bien de Interés Cultural. Perderse por sus
estrechas calles empedradas te embriagará de una reconfortante tranquilidad.
Otro punto de interés que no puedes dejar de visitar es la
Iglesia de la Inmaculada Concepción, una pequeña iglesia de estilo típicamente
canario. Así como el Museo Etnográfico de Masca, que muestra una visión
detallada de la historia y las tradiciones del pueblo y sus habitantes a lo
largo de los siglos.
Una de las paradas obligatorias en Masca es el famoso
Barranco de Masca. Un cañón, formado por la erosión del paso del tiempo y con
paredes volcánicas que datan entre los 5 y los 8 millones de años, que se
extiende desde la aldea hasta la costa.
Su ruta de senderismo es exigente, pero merece la pena.
Vivirás una aventura inolvidable caminando a través de un paisaje escarpado y
lleno de vegetación endémica. No te olvides de reservar para acceder al
recorrido, ya que existen restricciones de acceso para preservar el salvaje
entorno natural. Al finalizar la caminata por el barranco, llegarás a la playa
de Masca, un oasis de arena volcánica y aguas turquesa.
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