lunes, 11 de julio de 2011

El Embalse de Uzquiza


El de Úzquiza es uno de los embalses más modernos de la cuenca del Duero y presenta, además, una peculiaridad que le hace distinto de otros embalses: su presa. Se trata de una presa de las llamadas "de materiales sueltos", lo que significa que se ha construido con tierras seleccionadas, sin utilizar apenas hormigón. Este hecho, que no le resta seguridad a la presa, ha conseguido que la vegetación nacida en el paramento de aguas abajo, haya servido para integrar sin dificultades la presa en el entorno en el que se encuentra ubicada. Tan integrado está el embalse en el paisaje que podría llegar a confundirse con un lago de montaña.

La presa de Úzquiza, al igual que la del Arlanzón situada a menos de 10 kilómeteos aguas arriba, sirve para regular el río Arlanzón, y dado que ambos embalses forman entre ellos una unidad funcional, comparten la importante tarea de garantizar el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Burgos y a otras poblaciones. También se posibilita el riego de 3.500 hectáreas, todas ellas en la provincia de Burgos, así como el atender diversos usos industriales.

Entró en explotación en el año 1989 y tiene una altura sobre cimientos de 65 metros, con lo que se ha logrado cerrar un embalse con una capacidad de 75 millones de metros cúbicos. En sus aguas están permitidos casi la totalidad de los deportes náuticos, a excepción de la navegación a motor, prohibida por utilizarse sus aguas para el abastecimiento de la capital burgalesa. La presa de Úzquiza tiene una longitud de 460 metros.

El nombre le viene dado por el de uno de los pueblos que resultaron inundados por la construcción de este embalse. En efecto, este bucólico paisaje encierra la desgracia de los habitantes de los pueblos de Úzquiza, Herramel y Villorobe. Vecinos obligados a abandonar unas casas hace casi exactamente un cuarto de siglo y a las que nunca jamás podrán regresar.


2 comentarios:

Emilio Montero dijo...

Aun me acuerdo cuando bajaba al pantano subido en la parte trasera de una bici, frenando asustado con las zapatillas que regresaba a medias, jejejejje.

Que recuerdos.

ALMA dijo...

JIIJI es verdad que buenos recuerdos mooooola, anda que no me habré bañado en ocasiones...

ALMA