Tolbaños de Abajo es un pequeño pueblo perteneciente al
Valle de Valdelaguna. Junto a él y unidos por el tiempo, su dehesa, uno de sus
muchos tesoros. Dehesa considerada, de las mejor conservadas de la Península
Ibérica. Dos de sus Robles se encuentran catalogados en la publicación 111
Árboles Singulares de la Provincia de Burgos, de la Fundación Oxígeno.
Se ha realizado esta ruta para que quien vaya a visitarlos,
pueda disfrutar no solo de ellos, sino de una gran variedad de robles que les
rodean y que no dejan de ser menos singulares. Se han incluido en el track,
aquellos que ya tienen un nombre popular y otros a los que se les ha dado una
identidad para que se les pueda reconocer. Además cuentan con una historia,
ficticia o real, a veces de película, en cualquier caso, amena y divertida,
reflejada en el libro de poesías que lleva el mismo nombre "Los Abuelos de
la Dehesa de Tolbaños de Abajo". Es un lugar ideal para realizar "
Baños de bosque", Mindfulness u otras técnicas de restructuración
cognitiva o control emocional.
Ocasionalmente o coincidiendo con épocas de mayor afluencia
de visitantes, puedes encontrar tallas de madera con seres mitológicos del
bosque u otros motivos relacionados con el medio natural. Realizadas por la
simbólica "Asociación da Vida a tu Pueblo". En proceso de ser señalizada
y balizada, respetando el entorno natural y a sus habitantes.
Descripción de la ruta: Aparcamos en el pueblo, evitando así
que los coches aparquen en el bosque.
1-Bajando por la carretera, al lado izquierdo nos
encontramos con Don Robledo. Talla de madera realizada en un roble seco,
dándole así una nueva vida. Se trata de la representación de un espíritu del
bosque de la zona y que cuenta con su historia en poesía.
2-Entramos en el área recreativa, que se puede ver desde el
pueblo, por un paso estrecho, situado a la izquierda de la valla metálica.
3-Nada más pasar nos recibe, Anfitrión que nos da la
bienvenida junto a sus hermanos, los Guardianes del Parque Infantil, quienes
dan protección a los cachorros humanos y a algún otro al que se le pasaron los
años.
4-Seguimos de frente, cruzando el área y donde termina,
arriba y a la izquierda, está el Roble Temprano. Así conocido durante
generaciones por los habitantes del pueblo. Centro social en los días de
verano, antes de construirse el área. Hace años se secó y desprendió buena
parte de su tronco. Pero es un superviviente y se ha recuperado. Bonito roble,
sin dudarlo.
5-Seguimos en línea recta y antes de llegar al depósito otro
estrecho paso. Subimos por la pequeña cuesta, dejando dicho depósito a la
derecha y buscando una ancha pista.
6-Bufón y Contorsionista nos amenizan la sesión, con una
divertida función. Son los graciosillos centenarios de la dehesa.
7-Ni colocado a propósito, nos encontramos, con el Guardián
del depósito. Testigo de que más de una vez, el Espíritu del Agua, quedó en el
metido.
Así hasta 21 robles donde termina la ruta.
Fuente: Voz de Pinares
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