Una técnica de autosellado logra reparar los pinchazos de un neumático en marcha
Los fabricantes metieron un gol a los conductores el día
que, con diferentes argumentos, eliminaron el neumático de repuesto. Ese día
perdimos un derecho y ganamos un problema, el de qué hacer cuando se pincha una
rueda.
Solucionarlo no era fácil porque los kits antipinchazos no
han sido la solución. A su favor hay que decir que han permitido sentar las
bases de un sistema que se presenta ahora y que permite a la rueda sellar los
pinchazos por sí misma. No importa que el vehículo esté en marcha. Este
neumático autorreparable, sin intervención humana, realizará su trabajo.
La solución a la que llegaron los investigadores se basa en
aplicar al interior de la banda de rodadura una fina capa de un sellador
realizado con una base de caucho natural. Cuando un clavo se introduce en la
goma y la perfora, esa capa de caucho duro ejerce tal presión sobre el objeto
extraño, que lo rodea y lo termina sellando. ¿Qué pasa si, mientras el vehículo
avanza, el tornillo se desprende? En este caso, esa misma presión que ha
ejercido el caucho sobre el clavo la realiza ahora sobre el orificio que ha
generado el pinchazo con el mismo resultado de sellado.
Mentes sesudas
Hace años que buscar una solución para encontrar un
neumático autorreparable era objetivo de estudio por parte de los
investigadores. La dificultad con la que se encontraban estaba en que los
polímeros de la goma de las ruedas tienen unos enlaces permanentes que no
pueden reconectarse una vez rotos. Ante esta limitación, los científicos de la
Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard
desarrollaron en 2017 un caucho en el que una cuerda molecular, formada por
polímeros ramificados, actúa como una especie de seguro que restaura la cadena
principal una vez que se ha roto. Los investigadores, además, lograron que ese
nuevo material fuera duro, resistente, flexible y, en lugar de romperse como es
habitual, ajustarse a las diferentes formas que le tocara adoptar. Un hallazgo
con todas las de la ley y con muchas dificultades para llevarlo a la producción
en serie. Hasta que llegó Michelin y puso toda su maquinaria intelectual a
trabajar. Ahora empiezan a comercializarlo en Europa en varios modelos de su
gama bajo la denominación Selfseal o, en palabras nuestras, autosellado.
A diferencia de la espuma de los kit antipinchazos, que en
muchas ocasiones obturan la válvula de llenado, esta solución permite seguir
utilizando los neumáticos autorreparables hasta final de su vida útil. Es más,
puede que el conductor ni siquiera se entere del pinchazo porque además ya hay
automóviles, sobre todo de gama alta, que ajustan automáticamente la presión de
aire en las ruedas. O sea, adiós al engorroso gato para levantar el coche y
cambiar las ruedas.
Los responsables de Michelin reconocen que esta solución
añade peso a las ruedas, algo que no es baladí teniendo en cuenta que los
coches eléctricos se enfrentan al sobrepeso de las baterías. A cambio, el mayor
grosor de la goma mejora las características de rodadura y reduce el ruido
exterior.
¿Cuál es el inconveniente?
Este neumático autorreparable es capaces de reparar el 90
por ciento de todos los pinchazos que se produzcan con un diámetro de hasta
seis milímetros que hayan sido causados por clavos y tornillos. Pero, ¿y qué
pasa en el 10% de los casos en los que el sistema no funciona? ¿O cuando el
orificio es mayor de seis milímetros? ¿O si en lugar de pinchar por culpa de un
clavo lo hacemos debido a un cristal? Demasiadas preguntas para los
investigadores de Harvard o los técnicos de Michelin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario