¿Por qué se la llama asi?
¿Quién no ha pasado por la calle Carretas? Estamos hablando
de una de las vías más céntricas de todo Madrid ya que nace a poquísimos pasos
del afamado Kilómetro Cero. Con sus franquicias, con sus establecimientos
históricos como la Librería Nicolás Moya, con sus avatares. Eternamente
contagiada por el espíritu agitado de Sol, rara vez se ofrece
desierta, sus algo más de doscientos metros, ahora con una nueva piel peatonal,
siempre laten con fuerza. Vivos, dinámicos.
He de reconocer que visualmente no es atractiva, ni posee (o
al menos no se lo he encontrado) un punto de vista de estos que suman miles de
“Likes” en instagram. Aún así, tienen encanto invisible, seguramente cosechado
por el paso del tiempo, por sus méritos y logros, algunos de ellos invisibles
ahora a nuestros ojos. Por ejemplo, en el año 1834 se convirtió en una de
las dos primeras calles de Madrid en tener aceras (la otra fue su
vecina la calle Montera). También en uno de sus bajos habitó durante décadas el
Café del Pombo, uno de los más concurridos de Madrid, epicentro de humeantes
tertulias, donde las mentes más prodigiosas del momento charlaban y debatían
cara a cara, desconocedores de las redes sociales que décadas más tarde
cambiarían nuestro modo de interactuar con el mundo.
Es cierto que en la actualidad, los establecimientos de esta
calle cada vez más son franquicias del mundo de la moda y el textil y menos
comercios tradicionales, pero ésta es la irremediable tendencia que empuja al
mundo. Sin embargo, hay un guiño vetusto en ella que nunca cambiará y este es
su propio nombre. La simple mención del término ‘carretas’ ya nos hace intuir
que sus orígenes tienen ya un largo recorrido pero ¿Cuál es su explicación? Para
encontrarla nos debemos trasladar unos cuantos siglos en el tiempo,
concretamente al mes de junio de 1520.
Es en aquellos tiempos cuando se despierta en muchas de las
principales ciudades de Castilla un movimiento de alzamiento contra las medidas
tomadas por el rey Carlos I. Según he leído en un artículo, «el monarca
llegó a Valladolid sin hablar castellano y trayendo consigo a un gran número de
nobles y clérigos flamencos que causaron inquietud en la ciudad
castellanoleonesa, cuyos nobles temieron perder poder y estatus social».
Esto es solo uno de los motivos por el que se desató esta revuelta que es
conocida como la Guerra de la Comunidades. Toledo, Guadalajara, Valladolid,
Zamora… el espíritu rebelde se fue contagiando como la pólvora y aquel
alzamiento terminó por arribar a Madrid.
Y aquí llega al punto al que queríamos llegar. Según
comentan las crónicas en la mismísima Puerta del Sol los madrileños ubicaron
una pequeña fortaleza con una atalaya para defender la ciudad de los soldados del
Rey. Igualmente, en las calles cercanas levantaron improvisadas barricadas para
dificultar e impedir la entrada de las tropas monárquicas. En el caso de esta
calle, usaron numerosas carretas para dar forma a estas barricadas y,
por ello, se le empezó a denominar como la “calle de las carretas”. Nombre que
se continuó usando hasta nuestro días.
Secretos de madrid.
La calle Carretas, ¿Por qué se
llama así?
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