Cuentan las crónicas de hace cien años del monasterio, que entre 5.000 y 8.000 personas acudían a Santo Domingo de Silos (Burgos) a venerar la Sábana Santa y la Santa Cruz. Ocurría un 3 de mayo, el único día que se exponían al público, y los fieles llegaban desde todos los pueblos de los alrededores, algunos incluso descalzos a modo de penitencia. En sus manos llevaban objetos religiosos con los que tocar las dos reliquias por las que tanta devoción sentían.
«Poco queda de aquello», reconoce el padre Faustino, párroco y monje del monasterio benedictino que lleva viviendo en Silos medio siglo. Quizá uno de los motivos de esa pérdida de de votos fuese el descubrir que no era la verdadera Sábana Santa, sino una réplica de la que se encuentra en Turín. Se la regaló al cenobio una mujer madrileña llamada Mariana Rendón en 1641 y está realizada en la propia ciudad italiana. Es una de las 18 copias del sudario que existen en España y de las 52 que hay repartidas por el mundo.
El porqué del obsequio se desconoce, lo que sí se sabe es que las copias que se hacían en Turín solían destinarse a modo de presente a personas un tanto insignes, según relata el padre Faustino. Desde que llegó al monasterio, la reliquia se ha venerado con fervor, aunque ahora las cosas hayan cambiado. «Siguen viniendo, pero mucho menos», precisa el párroco. Lo que sí se ha mantenido es la exposición u ostensión del sudario después de la eucarística solemne de la Cruz de Mayo para que los fieles puedan besarla o tocarla con objetos religiosos.
Pero además, de la Sábana Santa el monasterio silense guarda otra reliquia que se venera el segundo día de fiestas. Se trata de un trozo pequeño de la Santa Cruz, de cuyo origen no se tiene constancia. No obstante, detalla Faustino, hay varias conjeturas sobre su procedencia: «Algunos dicen que podría haber venido del monasterio benedictino de Santo Toribio de Liébana. Lo único que se sabe es que había un relicario muy bueno que desapareció durante la desamortización y que ahora tiene uno más sencillo elaborado hace unos cien años».
La veneración de estas dos reliquias, más marcada en el caso de la de la Sábana Santa, siempre se ha realizado coincidiendo con las fiestas mayores de Silos, las de la Cruz de Mayo, o incluso puede que esté detrás de su origen. Lo cierto es que, según Faustino, siempre han estado ahí, «desde hace siglos», con mayor o menor presencia de público. Y así seguirá, porque esta tradición volverá este fin de semana a Silos, concretamente mañana y el domingo, cuando vuelvan a mostrarse en la iglesia de San Pedro.
«Poco queda de aquello», reconoce el padre Faustino, párroco y monje del monasterio benedictino que lleva viviendo en Silos medio siglo. Quizá uno de los motivos de esa pérdida de de votos fuese el descubrir que no era la verdadera Sábana Santa, sino una réplica de la que se encuentra en Turín. Se la regaló al cenobio una mujer madrileña llamada Mariana Rendón en 1641 y está realizada en la propia ciudad italiana. Es una de las 18 copias del sudario que existen en España y de las 52 que hay repartidas por el mundo.
El porqué del obsequio se desconoce, lo que sí se sabe es que las copias que se hacían en Turín solían destinarse a modo de presente a personas un tanto insignes, según relata el padre Faustino. Desde que llegó al monasterio, la reliquia se ha venerado con fervor, aunque ahora las cosas hayan cambiado. «Siguen viniendo, pero mucho menos», precisa el párroco. Lo que sí se ha mantenido es la exposición u ostensión del sudario después de la eucarística solemne de la Cruz de Mayo para que los fieles puedan besarla o tocarla con objetos religiosos.
Pero además, de la Sábana Santa el monasterio silense guarda otra reliquia que se venera el segundo día de fiestas. Se trata de un trozo pequeño de la Santa Cruz, de cuyo origen no se tiene constancia. No obstante, detalla Faustino, hay varias conjeturas sobre su procedencia: «Algunos dicen que podría haber venido del monasterio benedictino de Santo Toribio de Liébana. Lo único que se sabe es que había un relicario muy bueno que desapareció durante la desamortización y que ahora tiene uno más sencillo elaborado hace unos cien años».
La veneración de estas dos reliquias, más marcada en el caso de la de la Sábana Santa, siempre se ha realizado coincidiendo con las fiestas mayores de Silos, las de la Cruz de Mayo, o incluso puede que esté detrás de su origen. Lo cierto es que, según Faustino, siempre han estado ahí, «desde hace siglos», con mayor o menor presencia de público. Y así seguirá, porque esta tradición volverá este fin de semana a Silos, concretamente mañana y el domingo, cuando vuelvan a mostrarse en la iglesia de San Pedro.
D. de Burgos.
3 comentarios:
Tooooma ya no tenia ni idea..impresionante tener y disponer de tanta informacion gracias a ti ..
besos
ALMA
La iglesia es una fábrica de reliquias, ya las hacen hasta de serie. Son la leche.
joderrrrrrrrrr pero cuantas sabanas hay verdad? si lo mejor es no ser santo tampoco ya que te descuartizan y vete a saber donde termina uno...
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