Las Jornadas de la Matanza que se organizaron en Salas de los Infantes (Burgos) ayer día 30/01/2011 llevan camino de convertirse en un referente regional, y es que después de la celebración, en la mañana dominical, de la edición número trece, ‘demostraron’ que han alcanzado un nivel superior. En ese éxito están incluidos muchos esfuerzos y preocupaciones, de personas y colectivos salenses, que funcionan como un todo perfectamente sincronizado. A ello se refirió el Remojonero de este año, Gil Martínez Soto, propietario del conocido hotel Virrey Palafox del Burgo de Osma (Soria), precursor, en 1974, de las Jornadas de la Matanza del Burgo que han sido declaradas de interés turístico nacional.
«Si difícil es coordinar el trabajo de 60 personas, aquí se consigue además una logística perfectamente ensamblada, en la que cada uno, como si fuera un equipo de fútbol, sabe al dedillo su papel, y lo ejecuta con una sonrisa», comentó Martínez Soto. El soriano, que ha difundido las tradiciones y la gastronomía regional por todo el mundo, también destacó que «las fiestas de la matanza que ahora se están prodigando hacen aflorar el encanto de las costumbres populares, y la implicación en ellas de los vecinos de los pueblos».
El Remojonero ‘regaló’ a la organización uno de los platos obligados de la fiesta chacinera: las migas de pastor, que, con muchos ‘tropiezos’, estuvo aderezando en el recinto gastronómico. Dicha degustación fue una perfecta compañía para los 600 kilos de cerdo –panceta, careta, costilla adobada, chorizo, morcilla de harina y de arroz, careta, torrezno y sartenada- que fueron repartidos entre más de 2.000 personas, en el ágora de la ciudad milenaria. Todo el mundo quedó satisfecho, y hasta se tomó café obsequio de la marca Bou.
Y antes de que ‘los productos sagrados del cerdo’ fuesen degustados, el matarife Federico Martínez mostró lo que hay en el interior de un cerdo, que pesaba 120 kilos, para dar paso a su chamuscado y remojado. Pero también, Teresa Herrera ‘Teruca’, con un grupo de ayudantas, estuvo preparando chorizos y morcillas, en cuya elaboración se utilizaron 2 kilos de arroz, pimienta molida y picante, manteca y cebolla. Para que el ambiente popular estuviera completo los seis grupos de danza de ‘Doña Sancha’ deleitaron a la concurrencia.
«Si difícil es coordinar el trabajo de 60 personas, aquí se consigue además una logística perfectamente ensamblada, en la que cada uno, como si fuera un equipo de fútbol, sabe al dedillo su papel, y lo ejecuta con una sonrisa», comentó Martínez Soto. El soriano, que ha difundido las tradiciones y la gastronomía regional por todo el mundo, también destacó que «las fiestas de la matanza que ahora se están prodigando hacen aflorar el encanto de las costumbres populares, y la implicación en ellas de los vecinos de los pueblos».
El Remojonero ‘regaló’ a la organización uno de los platos obligados de la fiesta chacinera: las migas de pastor, que, con muchos ‘tropiezos’, estuvo aderezando en el recinto gastronómico. Dicha degustación fue una perfecta compañía para los 600 kilos de cerdo –panceta, careta, costilla adobada, chorizo, morcilla de harina y de arroz, careta, torrezno y sartenada- que fueron repartidos entre más de 2.000 personas, en el ágora de la ciudad milenaria. Todo el mundo quedó satisfecho, y hasta se tomó café obsequio de la marca Bou.
Y antes de que ‘los productos sagrados del cerdo’ fuesen degustados, el matarife Federico Martínez mostró lo que hay en el interior de un cerdo, que pesaba 120 kilos, para dar paso a su chamuscado y remojado. Pero también, Teresa Herrera ‘Teruca’, con un grupo de ayudantas, estuvo preparando chorizos y morcillas, en cuya elaboración se utilizaron 2 kilos de arroz, pimienta molida y picante, manteca y cebolla. Para que el ambiente popular estuviera completo los seis grupos de danza de ‘Doña Sancha’ deleitaron a la concurrencia.
3 comentarios:
Y yo que solo me acuerdo de una matanza en una ocasion En Pineda...
Me dejo impresionado, era muy niño y ver como moria un cordero o un cerdo...
Lo que em gustaba es que estaba el pueblo entero volcado en ello.
Emilio
Joooo yo no me acuerdo de ninguna matanza, pero ya me apetecería estar en una de ella, este año una profe nos trajo morcillas de la matanza que hicieron en su pueblo natal, en Salamanca.
besos
ALMA
Pues yo solo recuerdo como degollaron a un cordero, y creo que no, que no quiero ver una matanza. PEro me apunto a ocmer las morcillas y el jamón, auqnue sean de la profe compi de Alma. ¡Almiii! guarda algo que dentro de una semana voy para allá.
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